
El papa Francisco ha pedido, en su Mensaje para este DOMUND, que los
cristianos «salgan» de su tierra y lleven su mensaje de entrega, pero no porque
los obliga una guerra o el hambre o la pobreza o la desdicha, como tantas
víctimas hay en el mundo, sino porque los motiva el sentido de servicio y la fe
trascendente. Es un viaje hacia el centro de la humanidad. Esta llamada nos
interpela a todos: a los creyentes, a los agnósticos, a los ateos, a los que
sienten y a los que dudan, a los que creen y a los que niegan, o no saben, o
querrían y no pueden. Las misiones católicas son una ingente fuerza de vida, un
inmenso ejército de soldados de la paz, que nos dan esperanza a la humanidad,
cada vez que parece perdida.
Solo puedo decir: gracias por la entrega,
gracias por la ayuda, gracias por el servicio; gracias, mil gracias, por creer
en un Dios de luz, que nos ilumina a todos.
Pregón
del Domund de Pilar Rahola