viernes, 20 de diciembre de 2013
Solidaridad

Es algo a celebrar, pero sin querer ser aguafiestas si que ofrezco algunas reflexiones:
•Siento que es fácil ofrecer puntualmente ayudas generosas. Algunas personas han entregado realmente privándose de lo suyo.
• Pero es difícil una constancia en esa entrega .Por eso me maravillan las personas voluntarias que día tras día ofrecen su tiempo y colaboración
• Muy fuertemente aplaudimos todos estos hechos de ayuda, pero ¿tenemos la misma contundencia al exigir a la administración que cumpla sus deberes y no haga recorte en los más empobrecidos?

•El Papa Francisco que tanto nos renueva, nos dice que hay que privarnos no solo de lo que nos sobra sino de nuestras comodidades y aprender a prescindir de aquello que nos parece tan normal, a favor de los demás. No dar lo que nos sobra- por supuesto- sino también lo no imprescindible. Si una día entran en nuestra casa y nos llevan la mitad, yo puedo seguir viviendo perfectamente, Quizás nos romperían el ritmo de vida. Y estaríamos en oportunidad de vivir con y como los pobres que nos ofrece el evangelio.
•Estamos con fuerza solidaria como para buscar una alternativa con una economía del bien común. se trata de levantar el vuelo e ir creando otra economía partiendo no del capitalismo, que mata, sino del pensamiento y la actitud del bien común. Puede ser una postura que cree personas y nos ayude a buscar otra alternativa a la crisis.

Enhorabuena. Descubramos nuestra generosidad. Pero estoy seguro que la carrerilla que hemos tomado nos va llevar más allá de la Navidad por el nuevo año entero y va a ser cada día más una actitud de nuestra vida.
Canciones de Santurde
Daniel y Manolito fuman tabaco de cuarterón
y el pobre D. Juanito es el pagano de la función.
Por las escaleras baja el tío Juan
con la cachabita para ir al corral
baja diciendo:”Ten cuidado Rufina
que los chicos de ahora son muy frescos
y les gusta fumar de lo nuestro
y enseguida se acaba el tabaco
y tenemos que ir al estanco.”
Ѿ
Un gorrión con muchas plumas
no se puede mantener
Y un secretario con una,
mantiene hijos y mujer.
Lo que se perdieron
Dice el evangelio que cuando fueron María y José a buscar aposento en la noche del nacimiento de Jesús, que “no encontraron lugar en la posada “.
Y pienso: “lo que se perdieron los amos en la posada”
Fijaos: no recibieron a Jesús. Hubiesen tenido la suerte de ver a Jesús recién nacido. Hubiesen acogido a María y José y luego a Jesús.
Pienso también: “qué pena si nosotros no acogemos ahora a Jesús que, al no acoger a los inmigrantes, vecinos necesitados, si no escuchamos a quien nos quiere hablar y contar, si no hay en nuestras casas lugar para los demás ,si no tenemos lugar en nuestro corazón para otras personas necesitadas. Estamos perdiendo la oportunidad de acoger a Jesús: “lo que hagáis a cualquier persona, a mí me lo hacéis “dice Jesús en el evangelio.
Tenemos miedo y cerramos la puerta. Qué bonito cuando las puertas están abiertas a los demás, somos acogedores.
Porque sin duda, vamos a acoger a Jesús, cuando menos lo esperamos.
Les faltó, nos falta, capacidad de sorprendernos, de admirar, de descubrir la novedad de Jesús en cada persona y en cada hecho.
A la puerta de tu casa, de tu vida… llega Jesús. No te lo pierdas, acógelo como quiera que venga vestido. Y con cualquier nombre que se llame.
Y pienso: “lo que se perdieron los amos en la posada”
Fijaos: no recibieron a Jesús. Hubiesen tenido la suerte de ver a Jesús recién nacido. Hubiesen acogido a María y José y luego a Jesús.
Pienso también: “qué pena si nosotros no acogemos ahora a Jesús que, al no acoger a los inmigrantes, vecinos necesitados, si no escuchamos a quien nos quiere hablar y contar, si no hay en nuestras casas lugar para los demás ,si no tenemos lugar en nuestro corazón para otras personas necesitadas. Estamos perdiendo la oportunidad de acoger a Jesús: “lo que hagáis a cualquier persona, a mí me lo hacéis “dice Jesús en el evangelio.
Tenemos miedo y cerramos la puerta. Qué bonito cuando las puertas están abiertas a los demás, somos acogedores.
Porque sin duda, vamos a acoger a Jesús, cuando menos lo esperamos.
Les faltó, nos falta, capacidad de sorprendernos, de admirar, de descubrir la novedad de Jesús en cada persona y en cada hecho.
A la puerta de tu casa, de tu vida… llega Jesús. No te lo pierdas, acógelo como quiera que venga vestido. Y con cualquier nombre que se llame.
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