
Pero dedica muchas horas. Todos los días del año pasa muchas horas en su huerta. Previene con tiempo lo que va a sembrar o plantar. Tiene ya las fechas determinadas. Si algo le falla en el primer intento, lo vuelve a sembrar o plantar.
Mima cada planta. Riega cuando hace falta…

Y como cristianos, nos pasa lo mismo. Es preciso dedicar tiempo, esfuerzo, ganas para ir creciendo como cristianos. Hay que dedicar tiempo a conocer el evangelio, a formarnos en su espíritu,, a orar, a celebrar nuestra fe, a compartir nuestros bienes….
Poner cuatro cebollas y dejarlas crecer, es fácil. Ir a misa en un entierro… es fácil. Pero vivir la fe en Jesús nos exige quererlo, buscarlo, plantearlo, dedicarle tiempo.
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