
Con todos los gastos que suponen las campañas, sería necesario que hubiese un mitin obligatorio para todos, donde en lenguaje sencillo, sin atacar al contrario, abiertos a un diálogo sereno, diese a conocer a fondo el programa y se obligase a cumplirlo. De forma que hubiese un órgano popular que luego decidiese si se va cumpliendo. De lo contrario, sería motivo para tener que dejar el cargo político.
Pocas personas solemos ir a misa o a una charla si no me gusta el sermón o no creo en ello. Así creo que es bueno que haya no reuniones de partidarios, de confesos (eso se da por supuesto ) sino encuentros de buscadores. Siempre el interrogante es muy constructivo.
Me encantaría volver a la plaza, al ágora de los griegos, a los concejos abiertos de nuestros antepasados para descubrir, deliberar, decidir entre todos.
Lo más importante no es cumplir con la misa sino sentirme comunidad. Sentirme pueblo que vivimos y caminamos juntos.
A ver si cambiamos los mítines y su estilo. Y me diréis a ver si cambiamos también los sermones de la misa.....
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