domingo, 24 de septiembre de 2017

El evangelio



Es un libro muy pequeño. Son los cuatro evangelios, sin comentarios. Nos dice el papa Francisco que es muy interesante tener siempre cerca el evangelio.  Para poderlo leer en cualquier momento.
Evangelio es el compendio que los apóstoles hicieron de los dichos y hechos de Jesús. Son cuatro, como cuatro comunidades que nos transmiten  esos hechos y dichos.  En algunas cosas difieren un poco, porque la comunidad lo ha comentado y transmitido así.
Mateo: nos transmite lo que ha visto la comunidad de Jerusalén.
Marcos: lo que se ha vivido y reflexionado en Roma.
Lucas: nos habla desde Antioquia.
Juan: nos habla desde la isla de Patmos, donde estaba san Juan.
Leyendo tenemos un primer y elemental conocimiento de Jesús.
Tenemos el librito. Lo bueno será irlo leyendo. Al ser pequeño lo podemos llevar en el bolsillo y aprovechar cualquier oportunidad para leerlo.
Luego ya lo podremos comentar.
Así sabemos lo que hace y piensa Jesús  sobre la vida y todas las realidades.
Será bueno que ante cualquier anuncio, mensaje, opinión, nosotros, como seguidores de Jesús, pensemos ¿qué piensa Jesús de este asunto?

Es cuestión de fijarnos en positivo



Si me pongo a elegir, igual me quedo solo, porque en todas las personas encuentro algún pero, algo que no me cuadra... Esto nos lleva muy a menudo a rechazar a los distintos, a los emigrantes, a los refugiados, a los expresos,…  Y podemos hacer la lista muy larga.
Pero creo que es cuestión de fijarnos en lo positivo, en las posibilidades que encierra cada persona.
Leo hoy aquello tan bonito de un libro ”Carta a una maestra” Dice así: “Algunas veces  sentimos la tentación de quitarnos de encima a los chicos y chicas difíciles.  Pero si los perdemos, la escuela ya no es escuela. La escuela no puede ser un hospital que cura a los que están bien y rechaza a los que están enfermos”.
No los conozco, pero celebro y felicito a nuestro pueblo porque han llegado dos familias y se les ha acogido muy bien: una son tres personas y otra 6, cinco de ellos niños.
Es un detalle precioso y ahí tenemos una bonita tarea que hacer: primero aprender de ellos y segundo compartir nuestra vida para mejorar nosotros y ellos.
Si esta máxima la aplicamos a la sociedad, todos somos portadores de bien y todos podemos aprender y enseñar.  Cuánto ganaríamos todos: todos maestros y todos alumnos.

¿Y Jesús?

El dibujo nos lo dice muy claramente: está el cachiburrio y va dando vivas a todas las personas. Jesús en brazos de María, dice” ¿y de mí no  os acordáis? ”
Muy interesante: honramos a los santos y a María. Pero nos olvidamos de Jesús.
Los santos y María están para  ser testigos de Jesús.
Para los cristianos lo importante es Jesús de Nazaret, muerto y resucitado.
Corremos el peligro de estar en una procesión, e incluso en una misa y no enterarnos de que Jesús está con nosotros. Lo que Él piensa, lo que Él hace,...
Por eso me parece tan extraño el que en una misa haya muchas personas que no comulgan. Es como estar invitado a la mesa en un cumpleaños y no comer nada. Enseguida nos dicen “¿quieres manzanilla?“ Jesús  es quien nos invita y nos dice “comed todos, bebed todos “.
El gran problema que tenemos muchos cristianos es que estamos al margen de Jesús.
Y luego Él nos lleva en la vida a los marginados, a los empobrecidos, a los enfermos... Ahí podemos encontrar a Jesús.