Éxito o fracaso ¿Si las cosas salen a mi gusto, pienso
¡qué éxito! Si me salen mal, comento
¡qué fracaso!
No sé si es así. Todo depende de cómo lo viva yo, cómo
reaccione, cómo lo digiera.
Cualquier realidad o acontecimiento, me puede ayudar a
crecer o menguar como persona, como felicidad. Igual es que estoy identificando
el éxito con mis apetencias. Y soy muy superficial en las cosas.
Algo que me sale al revés, me puede ayudar a pensar, a
valorar, a intensificar los lazos de la familia. Y eso vale muchísimo.
Según de cómo me sitúe yo, de cómo valore, de lo
que busco en la vida.
Lo que sí me puede perjudicar, es ver y vivir las
cosas con superficialidad, sin pensar, a la ligera. Un coche elegantísimo me
puede llevar al accidente mortal. Una carestía, me acerca a la austeridad y a
una mayor creatividad y solidaridad.
No sé si es por mis años ya, pero cada vez me voy
dando cuenta más que no es lo mismo
éxito y felicidad, fallo y desgracia.
Es cuestión de muchos metros de profundidad y
contemplación.