Informaciones - Navidad - Santurde, Santurdejo y Pazuengos

INFORMACIONES

VELAS:

En Navidad celebramos que Jesús es la Luz que nos ilumina y nos ofrece una vida alegre porque Dios nos quiere y nos queremos unos a otros.

La luz en medio de la noche es toda una señal, una claridad que nos  rompe la obscuridad.

Vamos a traer velas. Y podemos  comprarlas en la iglesia o en el despacho parroquial. Las podemos encender dos horas cada día a partir del 17 de diciembre y ponerlas en la ventana. Y  la noche de Navidad, de 8 a 1 de la noche.  Queremos ser luz y transmitir a los demás que Jesús nos trae Luz, sentido a nuestras vidas y que vemos  una  esperanza en nuestro caminar y en el caminar de la humanidad.

EVANGELIOS

Tenemos  un librito con el evangelio de  cada día del año. Lo podemos tener en casa y leer cada día el pasaje que toca. Una bonita forma de ir conociendo y profundizando en el descubrimiento de Jesús.

Qué bonito dedicar un ratito cada día a escuchar el evangelio, a contemplarlo. Eso nos va a ir dando mayor sentido y alegría en nuestras vidas.

EUCARISTÍA DE NAVIDAD

El día 23, lunes, vamos a tener una eucaristía de Navidad en los salones parroquiales. Una misa tranquila, participada, acogiendo la Palabra y comentando, o viviendo lo autentico de Navidad. Es para todas las personas que lo deseen

Queda prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber qué hacer,

tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quieres,

abandonarlo todo por miedo,

no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,

hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,

no intentar comprender lo que vivieron juntos,

llamarles  solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,

fingir ante las personas que no te importan,

hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,

olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,

no creer en Dios y hacer tu destino,

tener miedo a la vida y a sus compromisos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen más que la tuya,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,

no tener un momento para la gente que te necesita,

no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,

no vivir tu vida con una actitud positiva,

no pensar en que podemos ser mejores,

no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

Pablo Neruda.

Oir y escuchar.

Una cosa es oír y otra escuchar.

Escuchar supone acoger lo que me dice otra persona. Dejarle expresarse totalmente sin cortarla.

Muchas veces nos resulta difícil esperar a que otra persona exponga. Y luego antes de responder, será interesante hacerme cargo de lo que ha dicho realmente, no de lo que yo he podido entender.

Cuántas veces cortamos al hablar porque tenemos prejuicios y “ya sabemos lo que nos va a decir”. Así luego le respondemos, no a lo que nos ha dicho sino a lo que yo he entendido.

Suelo contar siempre esta anécdota: Llevo a un señor al médico y le hacen una “biopsia”. Informo de ello a otras personas.  Y enseguida me entero de que al enfermo le han  hecho la “autopsia”.

Cuántas malas interpretaciones, disgustos, malos rollos evitaríamos si escuchásemos bien.

No es cuestión de sordera, sino de ser fieles a lo que el otro ha dicho.

Y el otro- la otra me habla no solo con palabras sino con gestos: llorando, levantando las manos, asintiendo con la cabeza,…  Esos gestos son muy elocuentes y es preciso darnos cuenta a ver qué nos están diciendo.

Cuando  otra persona me cuenta un problema, no es momento de darle recetas, sino de demostrarle en principio que le he escuchado y me he enterado de su problema. Sin juzgarlo, sin dar recetas, sin ofrecer otros casos parecidos. Cada persona merece un respeto y lo primero es ESCUCHAR.

Despertemos

Estamos en año nuevo. A estrenar. Y surgen luces. Puede ser que  empecemos a ver alguna luz en medio de la crisis. Pero sobre todo, luces muy sencillas, casi como luciérnagas, que van marcando el camino nuevo.
Me refiero a que en la economía, aparecen líneas nuevas, tales como economía del Bien Común con miles de cooperativas por el mundo y una nueva mentalidad económica desde el valor de toda persona. Muchas nuevas experiencias desde la solidaridad.

Pero sobre todo me refiero a un año nuevo, una etapa nueva en la Iglesia.  Francisco I es como un Soplo del Espíritu y con sus acciones y con sus decisiones y con sus palabras va insuflando un aliento nuevo, una frescura que nos  hace respirar.
Nos anuncia un Jesús compasivo y misericordioso. Nos ofrece una iglesia comunidad – hospital para todos los heridos de cualquier forma. Nos denuncia un capitalismo que mata personas, y nos ayuda a ver la vida como ternura y compasión. Y denuncia claramente toda corrupción y toda falsedad, aún dentro de la iglesia
Renuncia a todo poder y se presenta ante la sociedad en un coche focus  o en un autobús urbano. Nos invita a estar en medio del mundo, pero sobre todo en todas las periferias del mundo, donde hay más necesidad. Y a estar acompañando, ofreciendo Buenas Noticias con palabras y con hechos.
Quiere que todos ejerzamos como Iglesia, como comunidad, y es capaz de reconocer que se puede equivocar y nos pide ayuda para hacer una comunidad en la que todas las personas quepamos y seamos importantes.
Más que discursos, dice bondades que le salen del corazón y cada día nos envía una bocanada de aire fresco que nos ayuda a respirar y a seguir caminando.  Nos invita a descubrir a Jesús y distingue lo que es importante y lo que no lo es en el cristianismo.
Muchos capisayos empiezan a caerse y muchas ceremonias  se van a transformar. Y  las personas sencillas nos empezamos a interrogar y hasta personas no creyentes empiezan a ver las cosas de la fe de distinta manera.…
Gracias.  Buen síntoma y buen arranque de año. Despertemos y veamos la Luz que brilla