Estamos en
el debate: “que sea alcalde o no el candidato de la lista más votada”.
Desde los pueblos pequeños, y llamo pequeños a los menores de 2.000 habitantes,
quiero exponer otra postura que me parece
tremendamente interesante para el buen funcionamiento de los municipios:
que se elija por listas abiertas, que no haya que votar a un partido y la lista
completa que él presenta sino que se pueda votar a personas sueltas, aunque
sean de distintos partidos y de distintas candidaturas. En los pueblos nos conocemos y en una lista
puede haber personas que nos convencen y en otra también. El resultado será lo
que decidamos los ciudadanos de ese municipio.
Porque más que gane un partido u otro, lo que
nos interesa es que funcionen los pueblos, la participación, que no signifique
anular al partido perdedor, sino recoger lo que más se valora en un pueblo y
mejor pueden colaborar en el
ayuntamiento
Y por supuesto, me parecería interesante,
incluso el poder votar a alguien que no se ha presentado. Todos sabemos quién
puede servir mejor. Y esa persona votada, se puede animar a colaborar aunque no
se haya presentado. Y es que tenemos buen olfato. En varias ocasiones del
pueblo (asociaciones, consejo pastoral, club...) se elige a una persona aunque
no se haya presentado.
Vayamos dando el salto desde los partidos a
otras formas de funcionar.