domingo, 16 de octubre de 2011

Las peras de abajo


Muchas veces preguntamos a los niños qué quieren ser de mayores y enseguida nos responden algún oficio, alguna carrera que sea de personas famosas, importantes en la sociedad.

Pues yo de mayor quiero ser pequeño. Cada vez veo más importante ser pequeño.

El mundo pensamos que lo cambian los poderosos, los famosos. Esos llenan las páginas de los periódicos y revistas y llenan los programas de la tele. Pero lo que realmente influye en la marcha de la sociedad son los débiles, los pequeños, los enfermos, los marginados. Una familia se mueve por los niños que nacen y por los abuelos que necesitan ayuda. Un pueblo se aglutina por una necesidad sentida. Unos obreros su mueven por el cierre de la empresa. Oigo a personas de algunos partidos temblarse porque pueden perder el poder. Y yo lo veo como algo positivo. Es en los momentos de debilidad cuando realmente se valoran las cosas y las personas, es la sencillez, el no contar lo que hace realmente cambiar el mundo.

Y es que estar abajo hace ver la vida de distinta manera, y sobre todo ayuda a coordinar fuerzas e ir transformando el mundo

Lo voy experimentando estos días. Las peras de arriba del árbol ya se han pasado. Las que están más abajo, con la frescura, siguen verdes y posibles de guardar

He escuchado la charla sobre los animadores que trabajan con personas de la calle. Me maravilla la frescura, el interés, la novedad de sus planteamientos. Se nota que están con personas de abajo en la sociedad y eso les da frescura, iniciativa. Menuda lección me están dando sobre informática los niños ….

Es el mundo visto desde abajo. ¿No os suena aquello de “Gracias, Padre, porque has revelado estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla?”

Me voy a la puerta porque está llamando un transeúnte y ése un libro de ciencia.

….

Las farolas de mi pueblo


Apenas anochece, automáticamente se encienden las farolas. Ellas ayudan a superar la obscuridad

Así pasa en la vida. Seguramente que descubrimos muchas cosas negativas en nuestra vida y en nuestro entorno. Pero siempre será positivo el ver lo bueno, la cantidad de realidades positivas que hay en nuestra vida. ¿Por qué no hacemos una lista? Sería interminable. Pero voy a apuntar alguna:

Cada uno tenemos: un cuerpo. Y podemos ver, andar, hablar, oler, escuchar, cantar ,comer, pensar….Nos damos cuenta lo que vale esto en nuestras vidas, cuando nos falla o enfermemos o carecemos de algo de ello.

Tenemos una familia: y están los padres, hijos, abuelos, tios, primos… Y muchas amistades y muchas personas que nos quieren y a la las que queremos

Tenemos : un sol, una luna, unas estrellas, un calor y un frío, un agua ,una naturaleza, unos montes, unos campos, una fruta, una hortaliza, un viento, una frío y un calor, un rio y un mar. Un desierto y unas montañas. Una nieve y una lluvia..

Y sobre todo: hay personas que aman, piensan, dialogan, colaboran, son nuestras amigas, trabajan, ríen y lloran. Sufren y gozan, cantan y meditan en silencio, sufren y gozan.

Un Pilar


DONDE AGARRARNOS. VEMOS QUE HAY TERREMOTOS. Nuestra vida está convulsa por los acontecimientos. La economía zozobra. Todos vivimos dudas, interrogantes…. Necesitamos encontrar columnas, agarradero donde asirnos

Por eso, los cristianos tenemos en Evangelio como fortaleza, como orientación, como dador de sentidos a nuestras vidas y a sus realidades

Por ello, ofrecemos como algo muy importante e interesante el conocer el Evangelio y a Jesús de Nazaret: su persona, su mensaje, Y lo queremos hacer con lenguaje de hoy.

Ofrecemos unas chárralas er aquí a Navidades. Van a ser 5. El tema es UNA MIRADA NUEVA SOBRE EL JESUS HISTÓRICO Y nos las da Fidel Aizpurua. Un capuchino, muy experto en Evangelios que se pasa todo el año recorriendo el país entero dando charlas en distintos lugares. Tenemos la suerte de poder contar con él.

Empezamos el miércoles 26 a las 4,30 en la sala del ayuntamiento.. Es para toda persona interesada en conocer de primera mano a Jesús y su Evangelio. Pero invito de una forma especial a todos los padres que tengan hijos en catequesis, a todas las personas con ganas de descubrir la fe, con todas las madres y padres que han tendido otros años a sus hijos en grupos, a todas las personas inquietas, que busquen.

Dar y darse


Por Pedro Zabala

Decimos que nos gobiernan los mercados. Deberíamos decir los grandes mercaderes. Nos quejamos y, a veces, protestamos. Nuestra protesta debe ser más enérgica y eficaz. Pero no sólo contra ellos. También, en parte, contra nosotros, contra hábitos que hemos adquirido sumisamente y nos han convertido en sus esclavos. Nos hemos creído que todo tiene un precio...hasta las personas. Y neciamente hemos consentido la mercantilización de esferas de la vida que nunca se habían sometido a la lógica del mercado.

Hay que reconquistar el placer de la gratuidad. El hacer algo por otras personas sin esperar, por ello, retribución alguna. Lo que sea, desde una sonrisa. una palabra amable, un favor grande o pequeño. Prácticas de buena familia, amistad o vecindad. Se desnaturalizarían, si se recibiese dinero a cambio. Con un simple gracias, hoy por mí, mañana por tí, ya es suficiente. Aunque, alguna vez, nos tropecemos con algún desagradecido.

Dar, se puede dar muchas cosas: desde la palabra, dinero o ayudas. Pero el placer de la gratuidad se agiganta, cuando no das cosas, te das tú, tu misma persona, tu tiempo que es lo más valioso que tenemos al prójimo que nos necesita. Y te encuentras con una sorpresa inesperada: es mucho más lo que recibes que lo que has dado. Te has hecho más persona, eres más feliz. Millones de voluntarios en el mundo entero lo ha descubierto...