Coincide
que hoy y mañana- fiestas de San Juan- se une nuestro obispo, D. Carlos, a la
Comunidad diocesana de Calahorra en nuestro caminar con Jesús.
Y
por eso, desde la montaña, en estos días 25 y 26 , fiestas de San Juan en
Pazuengos, comparto con D. Carlos en esa misión de obispo de nuestra Diócesis
las palabras de Zacarías “bendito sea el Señor..porque ha visitado y salvado a
nuestro pueblo”.
Sueño
y veo a Vd en uno de los pueblos en los que yo estoy de cura-Pazuengos- con 10
habitantes entre semana- a 1.145 metros de altura, en el día de su entrada en la comunidad diocesana. Es un
pueblo pequeño. Le veo a usted pisar esas tierras. Celebrando la Eucaristía en
un templo a arreglar, no como pastor y dueño del rebaño sino como pastor amigo
que camina con las ovejas. Usted nos predica de bajar al valle como Jesús a
curar, sanar y evangelizar.
No
cabemos en el templo. A veces no nos va eso del templo. Y nos quedamos apiñados a la puerta – buscando,
aun sin saberlo, a Jesús- como en el
evangelio.
Hemos
subido con nuestras enfermedades y debilidades (ancianos, enfermos…) y logros, para que les imponga la mano, mejor, para que
se las impongamos entre todos. Me parece una entrada preciosa en la Diócesis
desde la periferia. Es un lugar preciso
para proclamar como Jesús en el monte las Bienaventuranzas.
Como
el papa Francisco, le invito a que nos traiga varias familias refugiadas
para que habiten en el seminario. Ya le
echaremos una mano acogiendo alguno en nuestros pueblos.
Y bajaremos desde allí cantando la salvación y
anunciando al Jesús de las Bienaventuranzas, derechos a la cárcel y a los
hospitales.
Es una
misión preciosa la que está llamado a realizar en nuestras tierras. Queremos caminar con Vd.
Y siguiendo al Buen Pastor, Jesús de Nazaret-.