jueves, 7 de abril de 2016

Nuez de Pedroso



El pasado miércoles, 30 de marzo, el ingeniero técnico agrícola Nacho Ruiz Cadirat nos expuso, en los locales del Ayuntamiento de Santurde, de un modo ameno y claro, la interesante propuesta de esta Marca Colectiva.
La Marca Colectiva “Nuez de Pedroso”, además de proteger e identificar un producto de extraordinarias características, está fomentando en los últimos años el desarrollo de un cultivo en franca expansión.
Esta nuez, que se cultiva en localidades de los tramos medios y altos de los valles del Najerilla y del Oja, está amparada por dicha Marca Colectiva, gestionada por la Asociación Profesional de Productores de Nuez El Nogueral.
Asociarse es bien sencillo y no resulta costoso (33€ darse de alta). La asociación ofrece asesoramiento técnico gratuito y además ayuda con las pequeñas formalidades burocráticas.
El asociado debe pagar una cuota anual, 5€ por hectárea declarada, 2 céntimos por etiqueta para cada envase (las nueces se venden en bolsas o saquitos que van desde el medio kilo a los 10kg) y, si el asociado las quiere emplear, 5 céntimos por bolsa de papel con el logo correspondiente.
Pertenecer a la marca obliga a cumplir con unos requisitos de calidad, relativamente asequibles, a cambio de una significativa mejora en el precio que se obtiene por la nuez. De cobrar una media de 2 a 3€/kg se llega a los 4’5 a 6€/kg.

Es urgente dar a conocer a Jesús.



Es urgente: anunciar, dar a conocer a Jesús, su Persona, su Evangelio, contagiarlo con nuestro testimonio. Y saber que hemos pasado de una sociedad socialmente religiosa a una sociedad donde lo religioso no pasa de costumbre y de “lo que algunos celebran “.
Una lectura no costumbrista del evangelio, sino viva, actual  y que nos comprometa en la realidad del mundo.
Una gran necesidad de evangelizar, nuevas formas de grupos pequeños, nueva explicitación del Mensaje.
Y siempre queda el gran misterio de la debilidad, la pequeñez de Jesús que va hasta la muerte. ¿Será que estamos viviendo el anonadamiento de nuestra iglesia  y necesitamos pasar por la humillación? Es muy positivo el que la iglesia pinte cada día menos. Que vayamos siendo cada día menos los que nos profesamos  cristianos.
Me parece muy importante este aspecto: cada vez somos   menos. Vamos desapareciendo. Vamos bajando. ¿No será el resto de Israel, sin triunfalismos, el que nos va purificando, fecundando, la adhesión a Jesús y en el estilo nuevo?  Quizás necesito fijarme menos en el número e ir profundizando en la vivencia.

Hay un problema

Hay un problema. Y es que seguimos en un ambiente que podemos llamar religioso: hay bautizos, comuniones, bodas, entierros en un ambiente religioso.
Con gestos, celebraciones.
Lo importante es pasar de un ambiente externo, religioso, a una vivencia y a unas consecuencias cristianas. En definitiva todo lo cristiano es descubrir y vivir a Jesús Resucitado  presente en nuestras vidas, en todo lo de nuestra vida y de las demás personas.
Se trata de aprender a conocer a Jesús, sus Palabras, hechos, dichos, descubrir y sentir que Él está con nosotros. Y que los actos externos: procesiones, novenas, danzas… pueden ser religiosos. Pero lo importante no está ahí sino en vivir como Jesús y en Jesús. Y esto lo celebramos -no cumplimos con ello- en la Eucaristía. Las procesiones son como una manifestación externa, una representación escénica de Jesús , de sus hechos, de la vida de los santos.
Tenemos necesidad de anunciar, comunicar quién es Jesús y qué hace. Necesitamos vivir el estilo y los valores de Jesús.
Cada vez estoy más convencido de que necesitamos en pequeños grupos dialogar de estas cosas para irlas descubriendo, para irnos planteando el ser cristianos.
Porque ya veis que lo otro, lo externo, se queda ahí y enseguida la comunidad de cristianos se va a quedar reducida a pocas personas y de  mucha edad. Pienso que en 10 años se acaba la parroquia y quedarán algunos grupos. ¿O qué pensáis?

Hemos celebrado la Semana Santa

Hemos celebrado la Semana Santa.  Mejor dicho, lo que hemos llamado Semana Santa. Pero siendo fieles a la realidad, hemos vivido - en gran parte - unas fechas de vacaciones. Invito a hacer un recuento de las personas que hemos participado como media en las celebraciones litúrgicas. Sería un buen barómetro de nuestro cristianismo.
Es muy pequeño el número de personas que participamos en las celebraciones de la liturgia. Sí, más en las procesiones, pero como espectadores o como religiosidad.
Me decía ayer una joven: “Desde que tenemos este papa, ya hay menos animadversión a la iglesia”. Pero de ahí hay un enorme paso hasta llegar a una fe personal, convencida, experiencial, comprometida.
Me ha hecho pensar, mucho:
Muchísimos, perdonad, ya no creen en lo que celebramos: Ultima Cena, Muerte de Jesús y Resurrección. Son espectáculos, historietas que no influyen en nuestras vidas.
Otras personas somos miradores desde fuera.
Y como aspecto curioso, los niños y los jóvenes  están ausentes totalmente en las celebraciones litúrgicas. Hemos dado importancia a las procesiones y dejamos las celebraciones litúrgicas y su Mensaje.
No es juicio ni crítica. Sino interrogante: ¿por qué hay tal ausencia? ¿Estamos en una sociedad no cristiana? Para mí esa es la realidad. Y hemos de partir de ahí. Estamos en una  sociedad no creyente (que no significa ni mejor ni peor).
Hay un gran salto que dar, desde celebrar las ceremonias, a vivir los mismos sentimientos que tiene Jesús.