Me gusta mucho el campo, el monte. Trabajé cortando maderas y con los forestales A los catorce años ya estuve de pinche ayudando a plantar pinos.
La diferencia con Logroño, es que ahí hay más vida. Había mucho trabajo cuando yo llegué. He estado en varias empresas relacionadas con la construcción. Mi recuerdo es que estuve dos años con un cantero trabajando en la torre de Palacio de Logroño.
Ahora de jubilado en Logroño, ando mucho, paseo, busco caracoles, setas... No me gustan las cartas.
El pueblo ha cambiado enormemente: había barros... Ahora todo encementado, carretera, servicios.....
Cuando vengo, me encanta la caza, el ganado. He tenido yeguas hasta que me jubilé. Subimos mucho. Todos los fines de semana, verano y cualquier disculpa es buena para venir al pueblo. Recuerdo lo que he cazado. Muchísimos jabalíes, muchos cientos de ellos, ciervos...