Muy sencillo. Tengo setenta y cinco años y me jubilo.
Tener esos años significa que hay que dejar paso a los más jóvenes,
porque hay cosas que yo no sé ni acierto a realizar: por ejemplo trabajar en el
mundo de los niños y jóvenes.
Veo que la fe en los pueblos está estancada y creo que hay que enfocar
la acción de la parroquia en otro sentido. Espero que otro cura sepa hacerlo.
Creo que hay que enfocar la parroquia más desde los seglares como
protagonistas y no lo hago (el cura no es el mandamás de la parroquia), sino
que quiero ser un cristiano con un servicio a realizar junto a otros cristianos
“no lo que el cura mande o diga“.
Caminar hacia un anuncio de Jesús a aquellas personas de quien estamos
separados como cristianos. No sé hacerlo.
Trabajar por hacer un pueblo, que sea Nueva Sociedad en la solidaridad,
la justicia, el amor y no acierto a plantearlo porque creo que eso hay que
hacerlo en comunidad.
Las mujeres participan en el canto, limpieza, cuentas, pero creo que
pudieran ser diaconisas y sacerdotisas. Quizás al faltar curas, se vayan dando
pasos en esa dirección.
Experimento mi debilidad de los años y voy desapareciendo poco a poco.
Aceptar mi pequeñez y mi debilidad e ir
desapareciendo conscientemente.Gerardo Villar Pérez.