domingo, 30 de agosto de 2009

Es época de higos

Voy por el campo .Varias higueras juntas. Unas tienen mejores higos que otras. Y en la misma higuera hay higos mejores que otros. Pero me encanta: las dos higueras me muestran sus frutos y sus debilidades (siempre hay frutos peores e incluso malos ) .Pero están en silencio, no cuentan sus bondades, no hablan mal de la otra higuera.
¿Podríamos pedir esto en general en la vida y en especial a los políticos? No saben hablar exponiendo sus ideas, sin atacar a los demás. Para mí ya pierden su valor. Desde el momento que se dedican a contar sus obras, a decir lo buenos que son y lo malos que son los otros, ya pierden para mí todo valor. E incluso no hace falta que me hablen : veo los frutos, los examino, los pruebo.. y sobran las palabras… Será bueno ser personas adultas y no dejarnos guiar por las apariencias, por el autobombo. Los pájaros no necesitan que nadie les diga dónde están los buenos higos porque saben dónde picar. Los buenos hortelanos veo que guardan ocultos los mejores frutos. Así que, cuando presumamos de lo bueno que somos y hacemos, igual es que no se da en la realidad. Me recuerdo aquello de “esto Inés, ello se alaba, no es menester alabarlo”. Bien , que ya sé cuáles son los higos buenos. Voy a probarlos.

Abono fertilizante

Veo las huertas y me quedo impresionado. Lo mismo me ocurre con los tiestos de las ventanas que hay en las casas. Saben hacerlo Saben cuidarlo, regarlo.. Pero me parece que en alguna ocasión, también echan abono, fertilizantes. Y las plantas cercen más y mejor.
Pienso que en la vida humana, familiar, ciudadana, y en la cristiana, también hay quesaber sembrar, cuidar.. Pero hace falta fertilizantes, abonos, vitaminas. Y esos abonos nos los dan el testimonio de otras personas (sobre todo de los padres), la formación que nos vienen de charlas, lecturas, grupos y sobre todo del evangelio . Necesitamos escuchar a Dios, aprender a contemplar la vida desde Jesús. Nos fortalece la Eucaristía como entrega a los demás. Si no echamos abono a nuestras plantas, se van secando. Si no abonamos con formación vivencia, escucha, compartir, con vida cristiana, con evangelio con ganas ,,, acabamos siendo cristianos, mejor dicho, personas por costumbres, por rutina… y no crecemos. Lo vemos también en la vida normal d e nuestro cuerpo: el que no come, se muere. Y de vez en cuando, nos mandan tomar unas vitaminas especiales para fortalecer nuestro organismo. Pues igual nos ocurre :necesitamos alimentar nuestra inteligencia, nuestros conocimientos, nuestra cultura, nuestro ser cristianos. Por eso, aquel apóstol San Pablo nos dice: “hay muchos enfermos, débiles ( en el espíritu) porque no acogen a Jesús” bien sea en su palabra, bien en la Eucaristía, bien en los pobres

El placer de sentirse útil.

"Tengo 72 años, estudio en una universidad para la tercera edad y además trabajo en el voluntariado social, entre otras cosas, cuidando y acompañando a personas de mi edad y mayores que yo. Por suerte, me encuentro de maravilla y sentirme útil me hace mantenerme también más joven y capaz. ¿Hay algo de cierto en mi afirmación o son ilusiones mías?"
No son ilusiones suyas, son realidades contrastadas. Por ejemplo, estudios muy recientes han demostrado que ayudar a los demás, ser solidarios y cooperar es placentero y motivador, porque así estimulamos zonas de nuestro cerebro asociadas al placer. Estos centros del placer son los mismos que reaccionan ante estímulos gratificantes. Además, mantenerse activo física y mentalmente y con una actitud tan positiva como usted manifiesta podría contribuir a prolongar la vida entre cinco y ocho años según investigaciones de la Universidad de Yale. Sentirse útil a cualquier edad es básico para la salud física y mental y para ser feliz.
En las personas mayores, el problema no es tanto la edad y la soledad (que lo son) cuanto la sensación de que ya no sirven para nada. El lenguaje interior, lo que uno se dice a sí mismo es otro factor clave que determina el estado de ánimo, con independencia de su edad, sexo o condición social. Pero en el caso de los mayores, de los tímidos y pesimistas, utilizar palabras que les hacen sentirse mal puede ser letal. Por eso, los médicos y psicólogos nos empeñamos en lograr que nuestros pacientes se atrevan a enfrentarse a sus temores y empiecen a usar palabras positivas y de esperanza sobre sí mismos y sobre sus aptitudes y posibilidades futuras. La forma más rápida y directa de lograr el cambio de una actitud y de un diálogo pesimista a un pensamiento y a un lenguaje positivo en la actividad compartida, marcarse algún objetivo alcanzable a corto plazo y sentirse útil mostrando interés por los demás.
Quien muestra interés por sus semejantes les beneficia, les produce un bien y ese bien se devuelve con creces. En definitiva, si no somos buena gente, bondadosos y solidarios por pura bondad, debemos serlo, al menos, por sano egoísmo.
Dr. Bernabé Tierno (Psicólogo y Psicopedagogo) / El Semanal

Sota, caballo...

Cuando contamos las cartas, nos las sabemos de memoria. Y acabamos enumerándolas con “sota, caballo y rey”
Esto me recuerda la vida del pueblo y más en concreto la vida de la parroquia: repetimos cada año las mismas fiestas, las mismas celebraciones… Y me pregunto ¿se trata de repetir lo mismo siempre o ser cristiano es a la luz del evangelio y de Jesús ir redescubriendo nuevas formas de vivir, nuevos valores, nuevos estilos, una sociedad alternativa planteada desde la fraternidad, la del amor, la unión, la persona, los pobres?
Sería también hoy un grave error que la Iglesia quedara prisionera de tradiciones humanas de nuestros antepasados, cuando todo nos está llamando a una conversión profunda a Jesucristo, nuestro único Maestro y Señor. Lo que nos ha de preocupar no es conservar intacto el pasado, sino hacer posible el nacimiento de una Iglesia y de unas comunidades cristianas capaces de reproducir con fidelidad el Evangelio y de actualizar el proyecto del reino de Dios en la sociedad contemporánea.
Nuestra responsabilidad primera no es repetir el pasado, sino hacer posible en nuestros días la acogida de Jesucristo, sin ocultarlo ni oscurecerlo con tradiciones humanas, por muy venerables que nos puedan parecer.
Es que no podemos celebrar unas eucaristías más participadas, unas homilías mas vivas, una comuniones más austeras, unas bodas más al estilo de Jesús, unos entierros con menos gasto….?
Lo de contar “sota, caballo y rey” es fácil. Lo interesante me parece ser capaces de crear nuevas posibilidades, de descubrir nuevas alternativas a la sociedad, de ver las potencialidades que hay en las relaciones humanas, en vivir al estilo de Jesús hoy y aquí.
Ahora que empezamos curso, ¿no será bueno que nos planteemos el ser creativos, el descubrir nuevas formas de transmitir el evangelio, de crear comunidad?
Fijaos que en la baraja tradicional era”sota, caballo y rey”, pero en la del póker cambian las cosas…. Y podemos crear nuevos juegos.. ¿O no?

Fiestas

.-Ya pasaron las fiestas. Sin duda dan la imagen de otro pueblo: lleno de personas en las calles, actividades .Mucho movimiento y participación.
Y hay que destacar que hay un grupo de personas que se molestan y dedican su tiempo y colaboración para que las cosas funcionen muy bien.
Cada persona tendremos la experiencia mejor o peor segundo hayamos vivido. Yo quiero destacar algunos aspectos:
.- el haber suprimido la comida oficial en época de crisis. Me hubiese gustado mayor austeridad en algunos gastos. Hay muchas actividades que resultan maravillosamente y no cuestan dinero. Quizás para años sucesivos se podría programar entre todas las personas cómo divertirnos, gastando menos a la vez.
.-La colaboración de muchas personas gratis organizando los actos, animando, echando una mano .Estupendo.
.-Los empleados del municipio que realizan una serie de servicios
.- Todos los chamizos que animan, realizan comidas, cenas….
.-La peña que ha sido motor en casi todas las actividades
.-Muchas personas que no pueden salir de casa por la enfermedad, los años, la situación. Ellas viven la fiesta en el corazón.
.-.Las personas que no se han visto pero han trabajado en casa acogiendo a los visitantes, preparando la comida…
Quiero destacar las personas voluntarias que han montado el rastrillo para recaudar fondos y acabar de pagar la puerta y para crear un fondo de acompañamiento a las personas que lo necesitan, especialmente ante la crisis. Ha sido un servicio fenomenal. Y lo mismo ha habido muy buena respuesta y acogida..
Y todas las personas que de cualquier forma han echado una mano

Vaya Sumando puntos

y usted mismo- valore su comportamiento

M e refiero a la colaboración, a la ayuda a los demás, al voluntariado
Puedes ir poniendo puntos:

1.- ¿Cuánto tiempo dedicas a la familia: visitar a los abuelos, llamarles por teléfono, escribirles, mandarles una correo…?

2.-¿Cuánto dinero aportas a los pobres al mes ?

3 .¿Entregas la ropa vieja que no te sirve o te privas de comprarte dando tu aportación para una causa justa?

4. ¿Tienes alguna relación con personas pobres de este mundo o del tercer mundo?

5. ¿Participas en alguna asociación, grupo… de servicio al pueblo?

6. ¿Tienes tu casa abierta a quien lo necesite de modo que te puedan pedir cualquier cosa que necesiten?

7. ¿Te preocupas de informarte sobre la situación de la crisis, causas, alternativas, la realidad de los pobres….?

8 . ¿Haces favores a quienes lo necesitan?

9 ¿Firmas a favor de causas justas, te manifiestas pidiendo justicia?

10 .¿Te apuntas a grupos y colectivos que trabajan con y desde los pobres?

Sume un punto por respuesta y vea su solidaridad. ¿Aprobamos?

El puente

Se habla mucho estos días del puente de la Asunción y San Roque. Lo cierto es que hay un gran intercambio de personas de unas partes a otras.
Actualmente ya se realiza un intercambio constante de opiniones a través de los medios de comunicación, hoy tan abundantes.
Hasta llega un momento en que no se nota diferencia entre pueblo y capital e incluso entre personas de distintos países. Se está realizando la globalización de ideas.
Pero quizás hay una reserva muy interesante entre personas del pueblo que se conoce menos y que puede suponer una gran riqueza
Yo percibo que hay personas mayores con un caudal inmenso de filosofía, de modo de ver y vivir la vida que es una riqueza. A veces salimos fuera en busca de paisajes, monumentos, actuaciones.. Me parece muy interesante el poder escuchar, acercarse a estas personas del pueblo. Oír sus reflexiones sencillas, profundas, no manchadas por las multinacionales del comercio ni del consumo ni de la ideología. Ahí hay una reserva interesantísima. Qué suerte si aprovechamos el verano parra acoger esa inmensa sabiduría
Y me refiero sobre todo a las personas que ya no pintan oficialmente, las que no viajan, aquellas que suelen estar cerca de su casa sentadas a la sombra o a la fresca de la noche. Qué bueno hablar de la vida, de los acontecimientos, de la familia, del dolor y la muerte, de la historia, de la crisis… Sí que podemos entablar un puente entre ellos y los más jóvenes.
Ese sí que es un fenomenal puente. Y además sin riesgo en la carretera

El corralito

No me refiero al aspecto económico ni a situaciones difíciles. No entiendo de eso,
Quiero comentar que veo la sociedad como un corralito en el que vamos metiendo a las personas: los niños a la guardería, los chavales difíciles a centros especiales, los enfermos a los hospitales, los discapacitados a centros, los enfermos mentales a los siquiátricas, los ancianos a residencias… Podemos seguir. Fijaos: así lo vamos haciendo: creamos creado corralitos. Y no me refiero a culpar a nadie, ni a achacarlo a mala voluntad. Pero lo cierto es que quedamos fuera los sanos, los fuertes, los listos,…
. Pero ojo, que en cuanto fallemos en algo, enseguida nos meten al corralito. En cuanto tengamos alguna tara, alguna dificultad, la sociedad ya tiene preparada su lugar donde meternos, porque en nuestra sociedad no hay cabida para los “distintos”,los ”débiles” en la sociedad.
Añoro- no sé si es mejor o peor- cuando todos convivíamos y la sociedad nos aceptábamos y ayudábamos todos. El ”tonto del pueblo”, el “anciano”, el enfermo” …todos cabíamos en el pueblo y en la casa. Hasta teníamos la suerte de morir en casa rodeado por los nuestros.
Simplemente me hago esta pregunta: ¿Estamos mejor ahora en el corralito o era mejor cuando la sociedad la componíamos todas las personas cada una con una realidad distinta?
En una sociedad, en un pueblo, en una familia… qué bonito es estar todas las personas ayudándonos, animando, cuidando… Eso hace crecer en humanidad.
Quizás es mejor que el corralito, la plaza del pueblo, la casa con una fuente grande en la que comer y vivir todos. Porque ¿hay alguien que no tengamos motivos para que nos metan ya al corralito?