viernes, 19 de julio de 2013

Todo pasa

Todo pasa, el día pasa para dar lugar a la noche, el invierno para recibir a la primavera… pasan los días, pasan los años,… pasa la gente, pasa la vida… pasa la tristeza y la alegría, pasa la cólera y el miedo… pasan las modas… pasan las aves… pasan las aguas de los ríos… pasan los pensamientos… pasan los coches, trenes y aviones… pasan las nubes… pasa… pasan… todo pasa… lo único que permanece es el amor. Cuando mires a una persona trata de verla como realmente es y no como crees que es o como te imaginas que es. Esa persona que tienes delante es amor y tú eres amor, independientemente de que tenga un día eufórico o triste, de que esté enojado o asustado, enfermo o saludable… es amor independientemente de lo que te diga o de cómo reaccione… Si amas a alguien, amas al ser que tienes delante y no a la imagen que te has formado de esa persona porque de ser así, en el momento que tu idea choque con cómo tenga el día o cómo reaccione, te apartarás o al menos te decepcionarás. Si amas a alguien estás ahí en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad,… y en todo momento.

Y viceversa, cuando alguien te ama, te ama independientemente del día que tenga, con independencia de lo cariñoso o lo distante que se muestre, te ama independientemente de la emoción de la que sea preso, te ama en la cercanía y en la distancia, te ama tanto si te llama varias veces al día como si está días, semanas o incluso meses sin comunicarse contigo… cuando alguien te ama, te ama y eso si que no es cuestionable. Si tienes alguna duda, revisa tu mente que es la responsable de tus miedos y dudas. El amor es, y eso tu corazón lo sabe por mucho que tu mente te haga creer otras cosas.


Gloria Sáez.

Qué tiempos aquellos!!!


- En tiempos de los romanos, los que hacían la mili se ponían una señal indicando a qué batallón pertenecían... Era una señal, un signo que indicaba su condición de soldado, ese signo se llamaba "sacramentum". Era el miso público de ser fiel a lo que había prometido.

- Bueno, ¿y eso que tiene que ver?

- Eso. El sacramento es un signo que sirve para distinguir, hacer presente algo o alguien...

- Entonces, el sacramento de Dios ¿cuál es?

- ¿Como decimos los cristianos que se hizo Dios presente entre nosotros?

- Por Jesucristo.

- Pues eso: a Dios nadie le ha visto. Jesús, su hijo, nos lo muestra. Jesús es el Sacramento, el signo por el que nos encontramos con Dios. Los sacramentos son uno: Jesús.

- Pero, ahora no vemos a Jesús, y si no se ve el signo... ojos que no ven...

- Jesús dijo: "Todo lo que hagáis a éstos me lo hacéis a mi". Así que
"éstos" son el signo de Jesús. "Estos" ¿te acuerdas?... Los que están con hambre, sin casa, enfermos, en la cárcel... Estos son los sacramentos de Cristo. Apunta.

- Es decir. ¿Que el pobre es sacramento de Cristo?

- Eso. Y también dijo Jesús: "Cuando os reunís en mi nombre allí estoy
yo". Así que, según El, cuando nos reunimos en su nombre esa reunión es el sacramento, el signo de Cristo hoy. Y ¿sabes cómo se llama esa reunión?

- ¿Cómo?

- Los griegos llamaban formar la "ecclesia" cuando alguien convocaba
una reunión y se juntaba un grupo. Los que se reúnen convocados por Jesús forman la "ecclesia". Lo que hoy se llama Iglesia.

- Iglesia, templo, catedral, capilla, oratorio, ermita...

- ¡Que no! ¡Que no es eso! Anda, vamos a pasar a otro capitulo."juramento", el compromiso.


Evangelio en grupo

Cuando queremos hablar de algo o necesitamos tomar alguna decisión, nos reunimos en grupo y lo hablamos.   Y si ponemos un poco de interés, siempre aprendemos cosas, acertamos más en las soluciones que si pensamos   solo una persona.

Es urgente hoy entender y organizar la comunidad cristiana como un lugar donde se cuida, antes de nada, la acogida del Evangelio en medio de la sociedad secular y plural de nuestros días.
Nada hay más importante. Nada más necesario. Hemos de aprender a reunirnos mujeres y varones, creyentes y menos creyentes, en pequeños grupos para escuchar y compartir juntos las palabras de Jesús.

Esta escucha del Evangelio en pequeñas “células” puede ser hoy la “matriz” desde la que se vaya regenerando el tejido de nuestras parroquias en crisis. Si el pueblo sencillo conoce de primera mano el Evangelio de Jesús, lo disfruta y lo reclama a la jerarquía, nos arrastrará a todos hacia Jesús.

Es UNA INMENSA RIQUEZA EL  LEER JUNTOS EL EVANGELIO Y COMENTARLO.  Eso fortalece nuestra fe, nos anima, nos ayuda a descubrir más a Jesús

Para eso solo hace falta ganas: si tenemos dificultad al leer, otro leerá Pero todos podemos opinar y comentar los dichos y los hechos de Jesús

Lo repito: creo que es la mejor forma de dar vida a nuestras parroquias y revitalizarlas.


Qué calor!!!

Normal y corriente. Estamos en pleno verano.   Pero este año  sube la temperatura social y política.  Cada noticia que nos llega ,  tiene tintes de  sobres entregados con dinero, de juicios, de engaños en  las cuentas públicas. 
No voy a ser yo quien juzgue a nadie.  Pero sí quiero manifestar que me duele este olor a  engaño, abuso, robo,

Necesito y necesitamos una vuelta a la honradez predicada y vivida, al servicio justo, a  los cargos públicos concebidos como un servicio no como un enriquecimiento  personal.

El afán de dinero se nos mete a todos y es una fuerte tentación.  Creo que el pueblo llano tenemos una misión muy importante que realizar: participar  e implicarnos más en la vida pública.   Los dineros no son de los políticos, no  de los jefes, ni del cura. El dinero es de todas las personas y de toda la comunidad.  Y por eso, será muy interesante el que nos sintamos responsables y artífices de cómo se emplea . Por eso, podemos enterarnos, opinar y exigir un uso justo.  No podemos  pasar y dejar en manos ajenas toda la responsabilidad.  Es necesario que en lo público participemos todos

Existe la tentación de la comodidad: ¡ya me lo arreglarán! ¡Ellos sabrán!.    Pienso que lo más grande que puede haber en una comunidad es que todos nos sintamos parte activa de ella, que todo sea claro conocido y aprobado

A ver si refresca un poco la temperatura política. Están los jueces, los tribunales. Pero también es muy importante la  colaboración de todas las personas. Y  no quedarnos solo con comentarios. Sino irnos organizando y participando en todas las entidades, pidiendo cuentas, rindiéndolas, opinando del gasto y de los ingresos.  Lo que llamamos una democracia directa.

Y así bajará la temperatura y habrá un poco más de serenidad  en los ciudadanos.