Todas las personas nos encontramos en la vida con el dolor. Unas más
que otras: pérdidas de seres queridos, enfermedad, desgracia, dolor. Cada uno
tenemos desde nuestra experiencia. A veces los expresamos con frases como ésta
”qué dura es la vida”.
¿Podemos aliviar ese dolor? Eso
me parece muy interesante. Y, si podemos, será bueno intentar superarlo.
Es muy importante convencerme de que es mejor estar alegre que estar
triste, que mis seres queridos, vivos o difuntos, me quieren ver contento. Y
que la mejor medicina para estar bien, es estar a gusto, feliz.
Quiero superar la tristeza. Es bueno alegrarme, mucho mejor que sumirme
en la tristeza.
Y dónde pongo dolor, puedo poner
igualmente miedo, angustia, soledad, pena.
¿Puedo calmar mi dolor?
a.- En principio, puedo perdonarme, si creo que ese dolor está causado
por mí. Perdonarme y olvidar los errores que he podido cometer.
b.-Perdonar a las personas que, consciente o inconscientemente, han
podido causarme ese dolor.
c.-Puedo ser objetivo, ver la realidad en su justa medida. No
aumentarlo.
d.-Y puedo sanarlo. Pongo ese dolor en el cuenco de mis manos y envío
energía positiva, amor, cariño y lo voy transformando, haciendo desaparecer.