jueves, 15 de octubre de 2009

UNA CERILLA

Hay un refrán que dice” es mejor encender una cerilla que maldecir la obscuridad”
Si nos ponemos a decir una lista de males, sería muy larga: innumerables. Tales como hambre, miseria, guerras, sida, crisis, todo tipo de enfermedad. Y si bajamos a nuestro nivel, necesidades no cubiertas, droga, alcohol, dolores, lluvias torrenciales y sequía, violencia, fracasos, hipotecas, conflictos familiares, depresiones…. Y quizás, algo más profundo: falta de sentido en la vida. Pondríamos una lista muy larga.
La pregunta es interesante: ¿qué puedo hacer yo ante estas realidades? Lo primero que se nos ocurre es contestar que “nada”.
Pues yo creo que en todos los casos, en unos más y en otros menos, sí que podemos hacer algo para superar esa realidad y esa dificultad. A veces es una firma, solidarizarnos con una causa justa, acompañar y apoyar a quienes lo pasan mal, prevenir muchas catástrofes con un cambio de costumbres ante el clima y la naturaleza, otro tipo de consumo más responsable, cooperación, arrimar el hombro y nuestras fuerzas
Lo más fácil es lamentarnos, quejarnos, echar la culpa a otros o creernos impotentes ante la realidad. Pero siempre es mejor encender una cerilla en una habitación obscura que quedarnos en decir que no ve nada y sentarnos. Por poco que se vea con la cerilla encendida, nos va a permitir realizar cantidad de acciones que nos ayuden y ayuden a la humanidad. Es innumerable la cantidad de ayuda sencilla que podemos dar, desde evitar realidad mala a construir, a veces solos y a veces con otros
Nos gustaría que os animéis a contar en esta hoja cosas muy sencillas, pero positivas. Repetimos el correo: gerardovillarperez@gmail.com

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