Ayer hubo una fiesta muy bonita en Arrubal. Celebramos la apertura de una granja de huevos ecológicos. Los huevos Rosalinda.
Y hubo una serie de detalles fantásticos. Esta granja es
fruto del esfuerzo ingente de Damián y de mini créditos.
Al inaugurarse, se le ocurrió montar el Huevo
Pendiente. En ciertas ciudades de
Italia, como Nápoles, existe la costumbre de ir a tomar un café al bar y pagar
por dos, el que se consume y otro que queda pendiente. De este modo, la gente de
la calle, o sin recursos, entra a cualquier bar y pregunta ¿Tienes algún cafépendiente? Si le responden que sí, entra y se lo toma.
Pues ayer se hizo algo parecido. Las personas que lo desearon
compraron huevos y luego dejaron otros
pagados, para entregarlos a Caritas de Arrubal y Agoncillo. Y Damián regalaba para este fin un huevo por
cada cuatro pagados.
Lo cierto es que hoy
estamos repartiendo 320 huevos a las familias.
Esto me suena a cadena de favores. Desde Economía Solidaria se apoya un proyecto
y eso crea un estilo solidario que sigue de mil, formas y se va continuando.
Me parece una forma bonita.
Podemos empezar o seguir. Con los huevos y con tantas cosas… Un ” huevo pendiente” para quien lo necesite…
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