domingo, 23 de noviembre de 2014

Curiosidad

SAN ANDRÉS era un pescador. Jesús lo llamó  cuando estaba arreglando las redes y el sintió curiosidad por saber quién era Jesús, cómo vivía, qué decía...  se sintió atraído.
Eso es lo importante. Los cristianos no lo somos por seguir una serie de verdades, de celebraciones, de mandamientos.  Somos cristianos si nos sentimos interrogados, atraídos,  por Jesús de Nazaret: su persona, sus dichos, sus hechos.
Y normalmente una persona llega a ser cristiana  por ver a otra persona que lo es.
Cuando vemos a un cristiano, nos interrogamos ¿por qué está tan feliz, por qué actúa así...?  Y profundizando, descubrimos a Jesús.
Andrés descubre a Jesús y se lo comunica corriendo a su hermano Pedro. Porque para él era una grandísima noticia, un hallazgo enorme.
Ser cristiano no es cargar con pesadas cruces de dogmas, normas, ritos... sino por descubrir que Jesús nos llama y nos ofrece un Plan de vida que nos da felicidad.
Hacen falta cristianos enamorados, entusiasmados con serlo. Si hacemos las cosas por obligación, por norma, ahí poco entusiasmo hay. Y no transmitimos alegría, sino pena.
Hemos descubierto a Jesús y con Él, el sentido y la razón de nuestra vida y de nuestro existir.

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