Ya hemos estrenado los nuevos calendarios de este año. Los hay de todo
tipo: mes, cartera, pared... Con imágenes de paisajes, santos, pueblos, fotos
de personas....
Y enseguida nos hemos fijado a ver en qué día de la semana caen ciertos
acontecimientos: cumpleaños, fiestas, consultas al médico, viajes...
Hay fechas en negro, azul, rojo... Eso es lo oficial, lo que está
establecido. Pero el color real lo podemos poner nosotros. Los días más o
menos, con los acontecimientos, noticias, sucesos, no son de ningún color. El
color, en la vida real, lo ponemos nosotros con nuestra reacción, vivencia...
Podemos ser felices o vivir la amargura todos los días del año. Depende
de cada uno de nosotros, de mi reacción. De cómo viva la realidad, con qué
ánimo lo viva.
Lo que ocurre, sea lo que sea, puede no quitarme la felicidad, porque
eso es cuestión mía según lo viva Y
puede ser bueno no hacer demasiados planes hacia el futuro: a cada día y a cada
segundo le basta su propia realidad. Vivir cada momento “aquí y ahora”.
Y transformar las preocupaciones en oportunidades: de ser más persona,
más solidarios, más felices.
El año 2015 no es ni bueno ni malo; lo viviremos
nosotros de una u otra forma, según lo que queramos y según estemos nosotros.
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