El próximo sábado día 26 de Mayo está previsto que en la ciudad de Logroño se realice el desfile de las Fuerzas Armadas, heredero del que fuera desfile de la Victoria en el que Franco, manifestaba la superioridad militar y el orgullo patrio ante la España vencedora y ante la derrotada. Ahora se ha dado otro tono y ya no es solo un desfile del ejército sino de otras fuerzas armadas, y como el nombre indica es un desfile de FUERZA y de ARMAS, dos conceptos que a mí me avergüenzan como recursos últimos y violentos de las sociedades humanas.
Yo no veo motivo
para que desfilen, ni para sentir orgullo patrio, ni para justificar el gasto
que se estima en más de un millón de euros aunque los datos oficiales hablan de
734.000 € “sólo”. Euros que se fundirán en los 23 minutos que se calcula durará
el desfile, (¡unos 32.000 €/minuto!). presupuesto que se evaporará en el 1,1km
de recorrido ( a 667.000 €/km. ) ni la autopista más cara tiene ese presupuesto
por kilómetro.
Que el ejército, la
guardia civil, etc. tienen una función social, no está en cuestión. Más
cuestionable es su tamaño, proporción y uso. Pero fuera de dudas sobre su
relevancia social, están cientos de colectivos profesionales, algunos tan
importantes y significativos, como el personal de enseñanza, sanitario,
personal de abogacía, arquitectura, ingeniería, productores agrícolas y ganaderos,
personal de ONGs, etc. etc. Y no desfilan, ni se exhiben, solo se
manifiestan suavemente cuando les machacan mucho.
¿Por qué esta
singularidad de exaltación de la fuerza y las armas?; ¿por qué esta exaltación
arcaica del patriotismo desde la superioridad de la fuerza, la jerarquía y la
imposición?. ¿Por qué este derroche de recursos?. ¿Para qué desfilan?, ¿Por qué
desfilan?.
Mejor sería reducir el
gasto militar empezando por los actos como este, e incrementar la tan necesaria
inversión social.
Fernando Almansa López
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