Definitivamente. Tenemos vocación de ojear, de ver. Vemos los toros, el futbol, la política, el comadreo.
Hay unas personas que en la vida están actuando, mejor o peor. Y otras muchas personas nos dedicamos a contemplar, a observar.
No entiendo nada de futbol. Pero siempre que puedo, enciendo la radio mientras ceno. Y oigo comentarios de futbol. Me hago esta pregunta: cómo estos locutores que lo ven todo tan claro, que saben lo que habría que haber hecho, cómo jugar.. ¿Por qué no se meten jugadores o por lo menos entrenadores?
Me ocurre igual con los tertulianos de la política. Ahí sí que hay cantera para ministros y demás políticos. Siento que estamos de espectadores y comentaristas.
¿No podíamos intentar crear y presentar alternativas con nuestra vida concreta?
Me maravilla y me anima cuando me llegan desde el CEIP experiencias de actividades que muy frecuentemente se están realizando por uno u otro colectivo ¿No me diréis que no es genial la experiencia de Club de Consumo Huertas del Iregua' impulsado por El Colletero de Nalda? Por eso, veo que sería muy positivo pasar de ojeadores y meternos en el mundo de la acción.
Menos aplausos o pitos y más experiencias alternativas Eso sí, en la caza los ojeadores ayudan a acercar los jabalíes a los cazadores, no a espantarlos.
Esperar que la crisis, la vida, la van a solucionar solo los políticos, los empresarios, los sindicatos, Cáritas,… es como pensar que la leche la producen no las vacas sino el Corte Inglés que la vende.
Es el momento de asociarnos, de pequeñas experiencias, de creatividad. Si hay ojeadores, que ayuden. Y sobre todo, que siempre presentemos no solo la queja sino la alternativa. Y mejor si es desde la experiencia.
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