Lo he visto solo una vez en la vida. Una persona dejó en su testamento
que no quería flores en su entierro. Su familia puso una esquela muy
significativa:" la familia agradece no se lleven flores. El dinero que se quiera dar para ello, que se
entregue a Cáritas para los parados". Y ponían el número de cuenta de Cáritas.
Quiero recordar que se recogieron 600
euros.
Me gustó mucho ese gesto. Y pienso que al difunto también.
Me chocaba que en los funerales de unas monjas de la Caridad solo
ponían 3 rosas y nada más. Es un interrogante y un reto.
Qué bonito el crear vida con la muerte, qué bonito el dejar nuestros
órganos para alguien que los necesite.
Si vivimos la muerte como nacimiento a la Vida en Plenitud, hagamos lo
posible para que otras personas puedan vivir mejor aquí. La muerte conlleva hoy
un gasto muy fuerte porque hemos creado mucha parafernalia en torno a ella. Y
es tan sencilla y tan igual para todos...
Las grandes obras de teatro
exigen grandes ensayos. Hay que preparar
la función. En la vida nos vamos
entrenando ene l Amor para vivir siempre el Amor de Dios. Impregnados por El. Y eso es Vida.
Cuando amamos, y somos felices,
eso es Vida. Y eso dura para siempre.
(Actualmente, por acuerdo entre las funerarias y la diócesis, cada
funeraria ofrece a la familia 60 euros. Ese dinero es de la familia y si
quiere, puede aportarlo a la parroquia como aportación en la celebración de la Eucaristía
para ayudar a sufragar gatos varios, mantenimiento, luz, calefacción...)
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