jueves, 30 de octubre de 2014

Ojos, oídos, mente y corazón

Parece que todo sigue igual en nuestros pueblos. Tranquilidad del otoño. Recogida de los últimos frutos. Conservas... 
Pero somos parte de un planeta, la Tierra, donde están ocurriendo muchísimas cosas  que influyen y tienen repercusión entre nosotros.
Un mundo de guerras, de escandalosa diferencia entre ricos y empobrecidos, una corrupción que huele y notamos su hediondo olor, un mundo que se mueve, una iglesia que intenta cambiar y que sufre muy fuertes obstáculos...
Mientras tanto, alguna tele sigue desviando la atención y dándonos la basura de los divorcios absurdos y ligues nuevos.
Me parece muy interesante el estar atentos, conocer, descubrir cómo están las cosas y hacia dónde van, cómo se mueve el mundo y quiénes lo mueven, quiénes causan las guerras, cómo mueren personas por el ébola y muchísimo más por el hambre.
Es cierto que cada uno tenemos nuestra pequeña cuota de problemas personales o familiares, pero no será bueno estar al margen de esta realidad mundial.
Empezar por conocerlo críticamente, analizarlo y ver cauces de actuación.
Ya sé que es poca cosa pero es una pequeñita forma.  En internet hay campañas pidiendo firmas.  Si la causa es justa, una firma más ayuda a las  muchas y defendemos causas nobles humanitarias.
Además de preparar la conserva, podemos estar abiertos al mundo y empujar un poquito los caminos de la justicia y la paz.
Y por lo menos apuntarnos a una ONG, asociación, colectivo, partido, sindicato, que luche por estos valores desde mil actividades.
Oído, vista, corazón y acción.

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