Hace cuatro días las fincas estaban secas, sin fruto. Ha llovido, ha
calentado el sol, ha tirado el aire y ya están hermosas, con unas espigas
fuertes y animosas. Así pasa en las personas. Podemos dejarnos ir tirando y pasando
la vida. Pero si echamos abono, si
desarrollamos las cualidades, si hacemos fructificar nuestras cualidades, somos
personas nuevas, repletas de actividades, dinamismo…
Es cuestión de hacer desarrollar las propiedades que tenemos:
Libros muertos de polvo
Cualidades musicales sin desarrollar
Cualidades físicas sin hacer deporte
Espiritualidad sin contemplación
Inteligencia sin estudiar
Valores sin fomentar
Riberas del rio sin explotar
¿A qué tanto por ciento tendremos nosotros, como personas y como pueblo
desarrolladas nuestras posibilidades?
Del salón en el ángulo obscuro
de su dueño tal vez olvidada
Silenciosa y cubierta de polvo
Veíase el arpa
¡Ay cuántas notas dormían en
sus cuerdas
como el pájaro duerme en la rama!
Esperando
una mano de nieve que sepa arrancarla.
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