martes, 15 de noviembre de 2016

Jesus I



Ni más ni menos. Los cristianos seguimos a Jesús de Nazaret. Por eso es tan importante conocer sus dichos y sus hechos. Su personalidad. Su forma de ser, de hacer y de pensar. Y en definitiva si fue alguien que pasó y se acabó ahí o es alguien presente en nuestra vida y en nuestra realidad.
Lo primero que sorprende en El, en Jesús, es que tiene una experiencia inmensa, de Dios como Padre. No le ve como juez, ni como omnipotente, ni como castigador...  Le ve como lo que hoy decimos ”papá”  Con una relación, un cariño inmenso.
Por eso, toda su vida es feliz, confía en el Padre, le siente presente, lo vive, le habla, le escucha, confía totalmente en El.
Podemos resumir su vida en esto: “Pasó haciendo el bien”: curando, sanando, perdonando, devolviendo la dignidad a las personas más marginadas. Descubriendo a cada persona que era Hija de Dios y que era muy importante.
Sus enseñanzas: eran  descubrir que con lo que hacemos estamos construyendo el Reino: esa sociedad nueva que El quería hacer. Por eso lo explicaba con cuentitos que El llamaba “parábolas” y que explicaba con ejemplos muy sencillos.
Recorría las tierras de Judea y de Galilea. Convocó a un grupo de mujeres y hombres que le seguían a todas las partes.
Su mensaje principal era:”Amaos como yo os he amado” “El Padre os ama y cuida de vosotros””yo estoy siempre con vosotros “

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