¿Cómo te sientes? Ya entramos más adentro en la persona, manifestamos
nuestros sentimientos, calamos en nuestro interior.
Es muy fácil contar cómo estamos con frío, calor, dolores, hambre,
cansado, …
Es más difícil entrar en nuestro interior: disgustos, alegrías,
sentimientos, insatisfacciones, enamoramiento, amor…
Me sirve mucho el entrar en mi interior. Algo así como preguntarme: ¿Cómo
me siento en mi interior? ¿Qué interrogantes tengo en mi persona? ¿Qué me
produce alegría y qué me produce pena? Puede ser bueno el contar tres cosas que
me hacen sentirme bien y tres que me hacen estar a disgusto. Es un buen
ejercicio.
El pozo da agua cuando se profundiza
mucho. Nosotros si entramos en nuestro interior sentimos a fondo y
podemos sanar.
Te invito a preguntarte: ¿Cómo te sientes? ¿Cuáles son tus sentimientos
más profundos? ¿Qué es lo que realmente mueve tu vida?
El papa Francisco ha escrito una
carta que llamamos encíclica sobre la
familia. Poco a poco iré poniendo algunas ideas suyas.
Una primera cosa que dice: “que
la biblia está poblada de familias, de generaciones, de historias de amor y
crisis familiares La pareja que ama y genera vida es la escultura
viviente de Dios. Un amor fecundo llega
a ser el símbolo de las realidades íntimas de Dios La familia manifiesta a Dios creador y salvador”.
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