Estaba un guía explicando los pasos de la Semana Santa en Sevilla y al
llegar a explicar a Pilatos, dijo: “Este hombre indeciso, que se debatía entre
condenar o no a Jesús, y que a poco nos deja sin Semana Santa“.
Hay personas muy respetables que estos días lo viven como turismo, como
tradición, como rito. Y también estamos otras personas que desde nuestra fe vivimos y revivimos la última semana de la vida de
Jesús: Especialmente la Ultima Cena, su camino de la cruz, su muerte y su
Presencia Salvadora tras la muerte. Nos invita al recuerdo vivo, a la oración,
a la contemplación, a la acción de gracias... Lo hacemos con oraciones,
lecturas y alguna imagen representativa.
Lo importante es que vivamos y
actualicemos ese Misterio de Jesús. Que dediquemos ratos a orar, a estar con
Él, a las celebraciones en la iglesia.
Desde el cariño y el agradecimiento, podemos celebrar los Misterios de
Jesús, hacerlos presentes y vivirlos hoy en las personas que mueren y sufren.
Cada primavera celebramos la Memoria Viva de
Jesús que vive la muerte y la Resurrección. Y todo desde la faceta del
Amor y de la entrega.
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