lunes, 28 de agosto de 2017

Ha muerto mi hermana



Ha muerto mi hermana.Como mueren todas las personas. Todos nuestros familiares.
En el tanatorio, me encontré unas abuelitas de muchos años, que apenas habían podido llegar hasta allí.  Eran personas que bajaban a sentarse cada tarde  en la puerta de sus casas con mi hermana.  Qué bonito, qué grande. Lo que vale una amistad sencilla entre personas que se necesitan y que prestan quizas solo su conversación. Amigos de verdad con los que nos encontramos, charlamos, nos queremos. Pero todo con una sencillez enorme, sin cotilleos, sin preguntar nada. Simplemente compartiendo los años y la presencia   Les costaba irse porque ellas necesitaban estar con una amiga más y tomar la sombra o la fresca.
Estas son las grandes obras d e la humanidad, del pueblo, de la ciudad.  Estar, sentirse queridos y querer.  Para eso hace falta necesidad, sencillez, acogida y la bondad propia de quien siente la alegria de la presencia de los demás.    ¿Qué haran esta tarde cuando bajen y les falte una amiga ? Ojalá encuentren otra que les acompañe.   Cometí un error. No pagarles el taxi, lo que les habia costado llegar hasta el tanatorioAunque con personas tan grandes, solo cabe la gratitud.
Una de ellas se sentó en su tacata y estaba serena sin prisaApenas concían a mi hermana.Pero eran amigas de vecindad.    Esto son grandes obras en el mundo.  La  debilidad es una gran ayuda para calar en el amor profundo y manifestarlo tan sencillamente
.¡Cómo se agradece esos hechos en los momentos dificiles!
 

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