Estamos en época de crisis. Yo lo veo como una época de siembra. Porque la crisis no es solo económica sino global. Crisis es un momento grave y decisivo. Es una oportunidad para pararnos a pensar qué tipo de sociedad y de valores queremos Y según esos valores, hemos de organizarnos, trabajar, buscar un tipo de sociedad, de familia, de pueblo, de país, de políticos … Así podemos seguir. E incluso con unos años de esfuerzo, quizás podamos volver a montar la sociedad de antes con el dinero como paradigma, con el capital como objetivo y con el consumir como costumbre .Produciendo de nuevo ricos y pobres.
Pero igual podemos pensar otra sociedad distinta: si trabajamos por una sociedad en la que nos organicemos con mayor participación e igualdad entre animadores y pueblo, con cambio cada cuatro años, como ejercicio político, económico, financiero como servicio y por lo tanto con muy pequeñas diferencias de sueldo, Si hacemos una sociedad especialmente preferente para los más débiles….
¿Que estoy soñando? Claro que si, Pero los sueños se pueden realizar. y además por aquí va el signo del evangelio de convertir al agua en vino, convertir la ley en bien de las personas, convertir los egoísmos en bienestar para toda las personas.
Lo que hace falta es unos pellejos nuevos, unas personas nuevas, una mentalidad nueva, una organización nueva, unos ayuntamientos, un gobierno, unos políticos, unos curas, una escuela… todo nuevo. Desde otros valores. Y así saldrá un vino nuevo estupendo. No para ganar, sino para vivir felices.
Igual es bueno dedicarnos un tiempo a aprender a hacer estos pellejos: con reflexión, diálogo, ilusión, fraternidad..
Es muy grande el cambio de pensamiento y de valores que hemos de hacer. Ver y sentir las cosas desde otra perspectiva. Pero merece la pena, porque nos va a hacer más personas.
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