A veces pecamos de demasiado realistas. Y pensamos que no podemos volar y soñar alto. Porque hay una serie de objetivos que según los cánones de la costumbre, no se pueden conseguir..
Pero los hechos a veces superan con mucho a las mayores ilusiones.
Fijaros lo que me ha tocado vivir. Hace unos años me llego una carta de una matrimonio joven (Jose y Maite ) y nos expresaban a un grupo amplio de personas que andaban mal de dinero y que pedían ayuda. Para no caer en las manos del banco
Recibieron la cantidad necesaria. Y han ido trabajando con él. Ahora una de los dos está en paro y ha recibido una cantidad. No muy grande, pero que a ellos les sobra en estos momentos Y nos vuelven a escribir ofreciéndonos esa cantidad para alguien que la necesite.
En definitiva: es un dar y recibir. Con total gratuidad y sin intereses ni impuestos bancarios. Con total confianza y generosidad..
¿Verdad que con muchas familias así, la vida tiene otro sentido? Y esto es posible y es real
Esta familia milita en un movimiento cristiano y puede sentirse movido por esa actitud cristiana, Pero seguro que hay muchas más personas que lo están haciendo desde otros planteamientos humanitarios..
Es más: ¿no podríamos soñar en familias acompañantes que presten en momentos de superávit y que reciban en días de necesidad?. Simplemente sentirnos unidos y sacar la situación adelante
Al ver hechos como éstos, uno confía más en los seres humanos y me creo más que es posible un giro a esta humanidad..
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