Escribo cuando he pagado algunas denuncias por exceso de velocidad. Pero estoy de acuerdo con reducir la velocidad a 110 en autopistas y autovías,. Y con otras normas que fomenten la austeridad. La razón es clara: necesitamos un gastar menos para poder vivir todas las personas.
Cada uno tendemos a vivir bien y a veces lo mejor posible. Luego nos damos cuenta de que podíamos vivir mejor- con más sentido, paz y ánimo- nuestra vida sin intentar correr tanto. Sin intentar una vida a toda prisa y a todo gas.
¿Qué piensa la familia del que se mató por ir corriendo demasiado? ¿Qué sentimos cuando hemos ganado a base de la pérdida de otros? Decrecimiento,. He ahí la solución. Lo importante nos dicen es llegar, no llegar los primeros. Sino llegar todos. Buena lección necesito para esto. Gastar menos para poder gastar todos ¿Nos imaginamos la cantidad de agua que podíamos gastar menos si nos lo propusiésemos todos los vecinos del mundo? Y si ahorramos 20 kilómetros de coche cada día?
.De siempre me ha chocado que las madres o padres o responsables de la mesa, se comen la cabeza del pescado para hacer que llegue la comida a todos los comensales. Incluso he percibido amos-as de casa que dicen tener ese día mal el estómago para que la comida suya pueda servir a los demás. Es toda una sociedad preocupada en compartir, en mirar a las necesidades de los demás.
Por eso me alegro de que en carretera tenga que ir más despacio y lo mismo en ciudad. Ahorro y hay menos peligro para todos. A no ser que tengamos prisa-perdón por lo macabro- por consumir el tiempo hacia la muerte.
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