jueves, 30 de junio de 2011

y si nos da un cólico...


Una persona tiene programado un viaje. Pero por la noche, se poned con mucha fiebre y malestar. Hay que suspender el viaje e ir al hospital, análisis, rayos, escáner… Hasta detectar el foco del mal y luego tratarlo.

Así veo yo la sociedad. Los indignados nos dicen- y con ellos muchas personas que analizan la sociedad un poco en profundidad- que esta sociedad no puede ser así, que hay que funcionar no sometidos al imperio del dinero, que todos tenemos derecho a una vivienda, a un trabajo, que los políticos han de estar realmente al servicio de los demás, que todas las personas e ideologías, más allá de la del de Hondt, han de estar representadas, que no es lo mismo que una cosa sea legal a que sea ética….Que no podemos dejar pasar hambre a la tercera parte de la humanidad. Y seguimos con una larga y profunda serie de síntomas que hemos visto tan normales aunque ya sospechábamos que no estábamos bien de salud social.

Pero los organismos, las personas instaladas queremos seguir, como si nada ocurriese, como si no tuviese los síntomas de una grave enfermedad. Lo queremos arreglar con un paracetamol Y ya está. Hacer lo mismo de siempre. Si hasta lo hemos legalizado con unas leyes y decretos.

Pienso que necesitamos un análisis muy profundo de nuestra realidad: de nuestro buen vivir, de las reglas del juego que hemos puesto los poderosos de la tierra, y cambiar todo lo que haga falta.

Con lo bien que estaba la persona que iba a hacer mañana un viaje. Y resulta que ahora lo suspende y tiene que organizar su vida totalmente distinta.

Estamos tan habituados a una sociedad estructurada desde el poder, el dinero, y para unos pocos, que ahora nos cuesta mucho el reaccionar y darnos cuenta de que los cambios son mucho más profundos .Igual hay que cambiar hasta muchas leyes y organismos y formas de funcionar.

Se acabó el viaje. Porque lo esencial es vivir y vivir todas las personas con dignidad.

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