Hay en nuestra comunidad unas personas mayores
excepcionales: colaborando en todo lo que pueden y saben: cantar, leer, coser, Caritas,
asociación de jubilados, limpiar el templo y adornarlo.
Pero hay una realidad: bastantes de esas
personas somos mayores, incluido el cura, y necesitamos relevo…
Necesitamos personas jóvenes, por concretarlo,
menores de 60 años que vayan tomando la antorcha y el relevo. Veo que todas las
personas tenéis muchas cualidades. Hace falta un pequeño empuje. Pero sería
fenomenal la de cosas que podemos hacer y sobre todo, eso nos va a poner en
contacto con experiencias de otras partes, vamos a vivir más contentos, vamos a
realizar cosas en el pueblo que van a animar. Y en la comunidad parroquial le
vamos a dar más ánimo y así nos vamos a sentir todos mucho mejor.
Cuesta un poco porque al principio solo
percibimos el tiempo que tenemos que dedicar, el qué dirán. Pero, cuando
vayamos teniendo experiencias positivas y nos sintamos a gusto, vamos a ser más
felices.
Yo me atrevo a abrir una Bolsa de voluntariado. Será bueno que las personas os animéis y os apuntéis
en la parroquia. Podemos ir viendo en qué actividad podemos estar cada uno y
ser útiles a la comunidad parroquial y al pueblo.
Por supuesto, que las personas mayores
sigamos, somos muy importantes y necesarias pero vamos ir infundiendo ánimo a
las más jóvenes.
Y podemos colaborar y realizar otra serie de
actividades: marchas al campo, actividades con niños, talleres de
contemplación, enseñar canciones a los niños y hasta montar un pequeño grupo
con instrumentos… Todo lo que veamos interesante. Pero para ello, hacen falta
personas voluntarias
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