lunes, 25 de febrero de 2013

A pie de calle



 Me ha chocado estos días.  Con las personas que hablo, casi ninguna ha  seguido el debate  sobre el estado de la nación.  Y eso me parece muy serio.  Hay una separación, una distancia muy fuerte entre los políticos y el pueblo. A no ser para criticar y hablar  de la corrupción.
  Abogo por sistemas de cercanía. Por debates en la base, por asambleas.  
  Cuando recorro pueblos , suelo preguntar siempre y en casi todos las localidades no va nadie a los plenos del ayuntamiento.   Nos enteramos de las cosas si leemos algún bando.
  Esto es tan serio como que la política, cuestión de la polis, del pueblo, ha pasado de las manos de las personas del pueblo a los profesionales.
  Si queremos renovar nuestra sociedad, creo que es un paso fundamental el que hay que hacer: que todas las opiniones son muy importantes y que hay debatir todo desde abajo. Que todas las personas nos tenemos que implicar  en lo comunitario
   Da gusto ver que en la vida hay excepciones y grupos estudiando el barrio, el pueblo, ciertas cuestiones populares.   Pero hoy por hoy, casi como algo paralelo a las instituciones, al margen o en contra.  Y esto requiere un cambio muy fuerte. Asambleas, diálogo, opiniones
, sugerencias, críticas, debates…….  Todo eso construye lo más importante de la política: que vemos las cosas como propias y comunes.

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