El pueblo, pueblo estaba
bien jofastidiado, pagando los impuestos al césar romano y al templo,
aguantando las chulerías de los fariseos y las leyes que se inventaba el
gobierno, sin referéndum ni nada. Encima no había seguridad social ni nada de
eso. La mujer que se quedaba viuda o el niño huérfano o el inválido, estaban
apañados. Unos hombres trabajaban en el campo, otros eran artesanos, había
pastores que andaban solitarios por los campos y estaban bastante mal vistos.
- Y ¿pobres?
Pobres
todos los que quieras y un poco más: mendigos, sobre todo en Jerusalén porque
había mucho turista (o peregrino, que suele ser parecido); esclavos que se
compraban y vendían; los trabajadores por cuenta ajena cuando encontraban
curre...; leprosos que eran expulsados con asco de las ciudades, los inválidos,
como te dije, sin tarjeta del seguro...
- Pues vaya ambiente. ¿ Y no
se rebelaban?
Unos,
los esenios, se marchaban aburridos al desierto, a una especie de monasterio.
Pero también actuaban unos guerrilleros, los zelotas, que intentaban eliminar
romanos. Lo tenían crudo, porque el imperio era poderoso. Muchos zelotas
acababan crucificados. Algunos estuvieron metidos en el grupo de Jesús.
- ¿Y Jesús se mezclaba con
esa gentuza?
Con
esa gentuza se mezclaba precisamente, con los más marginados. Por eso a los
fariseos se les llevaban los demonios de rabia. Porque Jesús prefería a los que
ellos llamaban «pecadores».
- También iba a comer a casa
de los ricos.
Sí,
a veces, pero acababa a los postres cantándoles la gallina o a la mitad del
banquete se les metía una cualquiera a lavar los pies a Jesús y estropearles la
fiesta.
- ¿Lavarle los pies?...
Algunos creen que Jesús era como un espíritu que aparecía como si tuviera
cuerpo, pero no lo tenía.
Lo
tenía de verdad, completo. Lloraba, reía, se enfadaba, gastaba bromas, tenía
miedo, se dormía... Léete el Evangelio, verás.
- ¿No se casó?
No
tuvo tiempo. ¡Con la vida que llevaba!, de un lado a otro sin parar, durmiendo
en cualquier parte o yéndose al monte a rezar a cualquier hora... Y lo pronto
que lo mataron. Pero respetaba mucho a las mujeres que en aquel tiempo estaban
bastante arrinconadas. Ni siquiera había feministas en su época.
- Total, que Jesús era un
hombre como los demás.
Como
los demás, pero distinto.
- Explícate.
Sí.
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