Me sorprendió muy gratamente. Ayer, en el vermut de San Roque estuve hablando con una persona y me dijo:” me has dejado sorprendido cuando planteas el gastar 8.000 euros en las vidrieras y hay tantas necesidades en el mundo y en nuestro pueblo,.
Las vidrieras se pueden arreglar sin hacerlas nuevas y emplear el dinero en fines sociales”.
Me interrogó. Ciertamente es un planteamiento importante y creo que muy cristiano.
Muchas personas me han ido diciendo que había que arreglar las vidrieras y montar unas nuevas. Hemos optado por esta segunda solución. Pero la reflexión de esta persona me ha parecido estupenda. Me dolió mi incongruencia pero es una llamada de atención cristiana a mi conciencia, como último decisor, pero a la vez es un respiro fenomenal el que alguien piense y plantee las cosas así.
El ser cristiano no es seguir haciendo las cosas por costumbre, sino escuchar el evangelio y a Jesús y plantear desde ahí la vida, las piedras y todo lo del templo es muy importante, pero lo es mucho más el templo que somos cada persona
Las vidrieras ya están en marcha con su recorrido de permisos a la comisión diocesana y a la comisión provincial Pero me encanta y me duele gozosamente el que una persona haya descubierto las vidrieras tan importantes de las personas..
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