En todas las casas estáis embotando el tomate, los pimientos, lasperas…
Las mujeres lleváis la iniciativa, pero veo a los hombres no solo echar una
mano, sino implicarse a tope. Hacemos como las hormigas. Ahora hay frutos, los
guardamospara el invierno. ¡Qué sabio! Se me ocurre pensar que así nos viene
bien en la vida. Necesitamos llenar los tarros de cultura, alegría, salud, espiritualidad,
amistad, de coraje, cariño…porque sin duda vamos a pasar momentos en que los
vamos a necesitar. Y es tan cómodo tirar de bote en cualquier comida y ante cualquier
imprevisto… Se me ocurre que podíamos aprovechar algunos ratos para adquirir,
crecer e ir almacenando actitudes ante la dificultad, conocimientos de
evangelio; revivir nuestra fe, preparación en la educación de los hijos… Fijaos:
es muy raro ver a una persona sola embotando. Se hace en grupo. Pues lo mismo.
Hagamos grupos para embotar actitudes humanas, conocimientos,… ¿No sería
interesante el dedicar semanalmente algún rato a embotar la conserva de nuestra
felicidad, evangelio, conocimientos, amor..? A hacer la conserva. Grupo
conociendo el Evangelio, trabajando la interioridad, analizando la sociedad, buscando
alternativas, descubriendo la paz, el compromiso y la felicidad.
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