Nuestros pueblos crecen en habitantes mucho
en estos meses. Encontramos niños y
jóvenes. Hay personas por las calles,…
Es estupendo. Unas personas nacieron aquí o
tienen aquí sus familiares. Otras han elegido estos pueblos por el ambiente, el
paisaje, los paseos…
Será estupendo el que nos enriquezcamos unos
con otros. Muchas personas que llegan,
tienen sus habilidades, sus saberes, sus profesiones. Y pueden aportar su experiencia en beneficio de
los pueblos.
Las personas que vivimos aquí les podemos
acoger y ofrecer un estilo de vida y unas costumbres que pueden servirles para
encontrar una vida sana, fraternal.
Desde la parroquia, les acogemos con mucho
gusto. Seguramente varios de ellos
tienen experiencias cristianas y humanas muy ricas de su lugar de origen. Nos
encantaría, y se lo pedimos, que nos aporten lo que saben, hacen, viven…
Todos podemos aprender y apoyarnos unos con
otros. Por eso, invitamos a todas las personas, que quieran, a colaborar en las
comunidades parroquiales: comunicando sus experiencias, participando
activamente en las eucaristías, ofreciendo su especialidad…
Todo para ir creciendo como comunidad humana y
cristiana.
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