Se nos pasa el día, la semana, la vida,… todo
rápidamente. Volvemos la cabeza y miramos para atrás. ¿A qué dedico mi vida?
¿En qué paso el tiempo? Bonita pregunta.
Merece la pena calcular en un día cuánto tiempo dedico a cada cosa. Y luego
sentir si estoy contento con ese uso del tiempo. Si nos gustaría hacer otras
cosas nuevas, si merece la pena ampliar el tiempo de nuevas actividades y
acortar el tiempo de otras.
Por eso, hay que marcar prioridades: qué es
para nosotros lo más importante o a qué le quieres echar más tiempo y coraje. Qué
cosas no merece la pena seguir haciéndolas en mi vida.
Ah, sí. Y que no falte tiempo dedicado a no
hacer nada. Muy importante aprender a estar cada día algún rato sin hacer nada.
Es un descanso muy efectivo, si lo dedicamos a relajarnos y encontrarnos con
nosotros mismos.
Siento que es muy fácil dejarnos llevar y
“pasar el tiempo”, más que vivirlo tal y como queramos.
¿Verdad que si nos dejamos llevar, no
saldríamos a pasear, no leeríamos, seguiríamos viendo la tele...?.
Si nos ayuda, no hace falta usar demasiado el
reloj, sino seguir la ruta que nos marca
la vida y sus posibilidades.
Y
siempre será importante: ¿mi tiempo solo para mí o puedo dedicarlo útilmente a
los demás?
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