lunes, 14 de marzo de 2016

Y LO IMPORTANTE ES QUE DESCUBRAMOS Y VIVAMOS, SI QUEREMOS, EL SENTIDO DE ESAS FIESTAS.

Puede ocurrir que poco a poco, con el paso del tiempo, se van
quedando atrás los motivos que iniciaron y se vayan
convirtiendo en otras motivaciones, muchas veces con otros
sentidos.
La fiesta de San Mateo, ya son las fiestas de septiembre.
¿Quién honra al santo apóstol? Así nos está pasando en la
iglesia con muchas fiestas: Navidad, ya no es celebrar el
nacimiento de Jesús, sino las fiestas de invierno.
¿Y Semana Santa? En origen es celebrar y vivir la muerte y la
Resurrección de Jesús. Muchas veces la hemos dejado en
fiestas de primavera, vacaciones, turismo.
¿Qué es en sí para los cristianos?
Recordar, vivir y celebrar todo lo relacionado con la muerte y
la Resurrección de Jesús.
Dios no pone a su Hijo para que muera, sino que este Hijo,
Jesús, lleno de amor y justicia, y bondad anuncia la Buena
Noticia de que Dios es Padre y todos hermanos, se enfrenta a
los religiosos, a los políticos, a los poderosos y eso le lleva a la
cruz. La causa: el amor y el querer eficazmente un mundo
nuevo No de poder, prestigio, dinero y placer, sino de
servicio, sencillez, austeridad y alegría.
Es cierto que con el tiempo hemos ido añadiendo tantas cosas
a eso fundamental, tantas costumbres, tantos actos, que
muchas veces nos hemos olvidado de lo fundamental, lo
esencial: Podríamos decir, celebrar que Jesús muere y vence
esa muerte.

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