jueves, 7 de abril de 2016

Hay un problema

Hay un problema. Y es que seguimos en un ambiente que podemos llamar religioso: hay bautizos, comuniones, bodas, entierros en un ambiente religioso.
Con gestos, celebraciones.
Lo importante es pasar de un ambiente externo, religioso, a una vivencia y a unas consecuencias cristianas. En definitiva todo lo cristiano es descubrir y vivir a Jesús Resucitado  presente en nuestras vidas, en todo lo de nuestra vida y de las demás personas.
Se trata de aprender a conocer a Jesús, sus Palabras, hechos, dichos, descubrir y sentir que Él está con nosotros. Y que los actos externos: procesiones, novenas, danzas… pueden ser religiosos. Pero lo importante no está ahí sino en vivir como Jesús y en Jesús. Y esto lo celebramos -no cumplimos con ello- en la Eucaristía. Las procesiones son como una manifestación externa, una representación escénica de Jesús , de sus hechos, de la vida de los santos.
Tenemos necesidad de anunciar, comunicar quién es Jesús y qué hace. Necesitamos vivir el estilo y los valores de Jesús.
Cada vez estoy más convencido de que necesitamos en pequeños grupos dialogar de estas cosas para irlas descubriendo, para irnos planteando el ser cristianos.
Porque ya veis que lo otro, lo externo, se queda ahí y enseguida la comunidad de cristianos se va a quedar reducida a pocas personas y de  mucha edad. Pienso que en 10 años se acaba la parroquia y quedarán algunos grupos. ¿O qué pensáis?

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