martes, 28 de junio de 2016

Carta a nuestro obispo D. Carlos



Coincide que hoy y mañana- fiestas de San Juan- se une nuestro obispo, D. Carlos, a la Comunidad diocesana de Calahorra en nuestro caminar con Jesús.
Y por eso, desde la montaña, en estos días 25 y 26 , fiestas de San Juan en Pazuengos, comparto con D. Carlos en esa misión de obispo de nuestra Diócesis las palabras de Zacarías “bendito sea el Señor..porque ha visitado y salvado a nuestro pueblo”.
Sueño y veo a Vd en uno de los pueblos en los que yo estoy de cura-Pazuengos- con 10 habitantes entre semana- a 1.145 metros de altura, en el día de su  entrada en la comunidad diocesana. Es un pueblo pequeño. Le veo a usted pisar esas tierras. Celebrando la Eucaristía en un templo a arreglar, no como pastor y dueño del rebaño sino como pastor amigo que camina con las ovejas. Usted nos predica de bajar al valle como Jesús a curar, sanar y evangelizar.
No cabemos en el templo. A veces no nos va eso del templo. Y  nos quedamos apiñados a la puerta – buscando, aun sin saberlo, a Jesús-  como en el evangelio.
Hemos subido con nuestras enfermedades y debilidades (ancianos, enfermos…) y logros,  para que les imponga la mano, mejor, para que se las impongamos entre todos. Me parece una entrada preciosa en la Diócesis desde  la periferia. Es un lugar preciso para proclamar como Jesús en el monte las Bienaventuranzas.
Como el papa Francisco, le invito a que nos traiga varias familias refugiadas para  que habiten en el seminario. Ya le echaremos una mano acogiendo alguno en nuestros pueblos.
Y  bajaremos desde allí cantando la salvación y anunciando al Jesús de las Bienaventuranzas, derechos a la cárcel y a los hospitales.
Es  una misión preciosa  la que  está llamado a realizar  en nuestras tierras. Queremos caminar con Vd. Y siguiendo al Buen Pastor, Jesús de Nazaret-. 

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