Leo por el pueblo bastantes carteles que dicen:” se ofrecen vendimiadores”, ”se ofrece persona para acompañar enfermos”… Estos días veo muchas personas buscando trabajo en la vendimia. Solo pueden hacer, ofrecerse. Luego cada labrador coge a los que mejor le parecen.
Esto me está pasando a mí y yo creo que a muchas personas e instituciones. Ofrecemos algo. Y las personas lo cogen o no. Yo ofrezco Biblia, Grupos de reunión para la reflexión y actuación, Formación, Celebraciones de la fe, Servicio a los más pobres. La Persona de Jesús de Nazaret, Creación de Comunidad y Pueblo Y puede ocurrir que haya personas que lo vean interesante y otras que no.
Hemos cambiado mucho en la sociedad y hay cantidad de cosas que nos ocupan el tiempo, nos llenan el vacío. La oferta es inmensa para llenarnos el día y la vida.
Por supuesto que cada uno ofrecemos lo que creemos mejor. Pero es importante que veamos qué es lo que realmente nos sirve para ser persona y para encontrar alegría y sentido a nuestra vida.
Veo bueno si las personas hacemos las cosas por convicción y no por costumbre. Por eso, es muy positivo el que haya parejas que se casen por lo civil, que no se confirmen, que no hagan la comunión, que no se bauticen. Lo veo como un paso positivo. Y si esto nos lleva a los demás a hacer las cosas no por la costumbre sino por convencimiento y con profundidad, será un gran logro.
La oferta es múltiple. Y quizás sea bueno analizar despacio cada oferta y lo que hay detrás. En nosotros y en nuestras motivaciones está el elegir una cosa u otra. Pero por razones, por convencimiento. Y para mí, no buscando la satisfacción inmediata, sino la realización y la plenitud personal.
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