La escalera del perdón.

Vamos subiendo y cada paso , ya es positivo.

Primer paso: Delimitar la zona del conflicto: Identificar con quien es el problema

Si he discutido con una persona, ¿por qué voy a no hablarme con toda su familia?

Si tengo un problema en una finca, no tengo porque estar de mal humor en la calle cuando vea a esa persona

Segundo paso: Hacer una ofensa igual: Me ha dañado una finca en un surco, yo le daño a esa persona en otro surco. Es la ley del Talión. Ojo por ojo, diente por diente… Si alguien me niega la palabra una vez, yo no tengo que negarle el saludo siempre. Desquitarme en la misma medida.

Tercer paso: Reclamar lo mío ante las leyes… Le levo a juicio o busco una persona que me ayude a recuperar por ley lo mío.

Cuarto paso: Poner la otra mejilla No significa poner la otra cara. Significa: responder de otra manera. Tu me vienes con gritos, yo respondo con amabilidad. Tú me hace mal, yo te responde con bien.

Quinto paso: Restituir a la persona en su lugar: eres amigo antes, pues lo vas a ser ahora. Eras mi hermano antes pues te voy a tratar como hermano ahora.

No importa si la persona que te ha herido, merece el perdón.

El perdón es un regalo que te concedes a ti mismo, porque la perdonar te desprendes y te libras de la carga de dolor (ira, enfado, mala leche) y amargura que llevas a cuestas.