Dice el refrán:”es
mejor encender una cerilla que maldecir la obscuridad “ Estamos en obscuridad en muchos aspectos:
no sabemos qué sentido dar a nuestra vida, cómo superar la crisis y crear otra
sociedad, tenemos dificultades a la hora de educar a los hijos, tenemos poco
claro el futuro.. Estamos en cierta
obscuridad.
Y en estos momentos
es mejor encender una cerilla y mejor una vela que quejarnos de la
obscuridad. Todos los años ofrecemos
encender antes y en navidades una vela y ponerla en la ventana, porque así
manifestamos nuestra alegría de acoger a Jesús como Luz en nuestros caminos.
Este año traemos
velas y queremos expresar: que en El encontramos luz porque nos ayuda a
descubrir el valor de cada persona, porque nos hace ver que otro mundo es
distinto desde la solidaridad, que las cosas solo tienen un valor, que es
posible ser más felices desde otros enfoques.
Ojala cada uno de
nosotros encontremos un poco de luz y la
compartamos con otras `personas.
Una velita en cada
ventana dice mucho de sencillez, de esperanza.
Es pequeña, pero ,como la luciérnaga, se nota que está. Cuando experimentamos tantas dificultades,
vamos a fijarnos que en nuestra ventana y en otras muchas hay un signo de
esperanza. Que seguimos confiando y luchando para que brille la Luz.
La vida es un
regalo. Todo lo que somos y tenemos es
un don de Dios. Sí, nosotros hemos
trabajado y desarrollado unas cualidades.
Pero en el fondo no es sino sacar aquello que llevamos dentro.
Los cristianos
hablamos mucho de la Gracia. ¿Qué
es? Pues que Dios se nos da como don,
gratuitamente Y con El, nos viene todo.
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