domingo, 2 de diciembre de 2012

Gratis


No necesitamos hacer nada para conquistar a Dios. No necesitamos ganar méritos, ni hacer nada para que Dios nos premie. Para que nos dé un premio. Eso ya está conseguido y regalado por Jesús
 Al joven le cuesta conquistar a la novia pero luego ya se trata de vivir ese amor, de sentirnos queridos por Dios.
 Cuántas veces nos pasamos la vida quejándonos: del frío, del calor, de la noche, de la sequía y de la lluvia, de los vecinos, de un familiar, de algo que me ocurre. Es que vemos y sentimos la vida como una obligación, no como una suerte, no como una dádiva. Y nosotros a acoger y a disfrutar de esos dones. ¿Cómo? Compartiéndolos con los demás.
 Me decía hace pocos días un señor que vive en mi casa “yo creo que la Providencia siempre me socorre”. Y le dije, “lo que ocurre es que hay muchas personas a través de las cuales Dios te ayuda” :Es muy importante el sentirnos Dios y manos suyas.
 Es fundamental el tener la experiencia de sentirnos queridos, amados. Y entonces es como cuando tenemos lleno el depósito. Si abrimos la canilla, sale el agua. Si abrimos el corazón sale todo gratuitamente, sin esperar nada a cambio.
 Decimos “gracias”. Y es una expresión llena de sentido .Reconocer todo lo que recibimos, vivimos, acogemos.
 Cuánto hay de agradecimiento, de gratuidad en la vida. Simplemente veamos la vida de unos padres. Cómo cambia la vida de novios a casados con hijos. Llega la experiencia de darse sin cobrar nada a cambio.
 Gracias por leer esto. Es una suerte para mí y espero, para vosotros

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