TARTA DE 2013
Ingredientes
imprescindibles:
12 cucharadas
soperas de cariño.
(Ni una más ni
una menos, si no, se podría cortar y os estropearía el postre).
11 cucharadas
de abrazos.
(Pequeñas, de
café; pensar que es una por persona, de la marca “Pechito con pechito”; se ha
comprobado científicamente que una cucharadita de abrazo al día, como mínimo,
te da fuerza para emprender con ánimo el nuevo día).
(Es un
ingrediente que endulza la vida, no engorda y nos hace sentir bien).
9 pizcas de
generosidad.
(Ayuda a echar
una mano cuando te necesitan, a no escurrir el bulto, a descubrir que te
sientes mejor al dar que al recibir).
8 cucharadas
grandes de tolerancia.
(Bien
cumpliditas; utilizar tolerancia de marca, no de la de cumplir; ayuda a
combatir los virus de la intransigencia, la obcecación y la tozudez).
7 tacitas
pequeñas de diálogo.
(No es algo que
se encuentre con facilidad en el mercado, ni habitualmente en nuestras casas,
pero le dará consistencia y buena presencia al bizcocho).
6 puñados de
harina, marca “alegría”.
(Imprescindible
para que resulte con gracia; no quitar los posos del contento, el gozo ni de la
animación: dan un sabor muy agradable).
5 puñados de
semillas de esperanza.
(No pasa nada
si se equivoca uno y echa alguno más, siempre es mejor que sobre, que no que
falte).
4 cucharaditas
de convivencia.
(Pero que sea
de calidad; ni una más, ni una menos, lo justo, porque si no, nos empachará).
3 chupitos de
orujo de hierbas, gallego, marca “simpatía”.
(Al meterlo en
el horno el alcohol se evapora, pero lo deja todo empapado con su sabor y quien
lo prueba le encanta y pide la receta para hacerlo cada semana).
2 cucharadas
cumplidas de cuidado.
(También es
imprescindible este ingrediente, sin él, el bizcocho se echará a perder, pero
no echar más de la cuenta, porque se puede estropear por exceso de agobio).
1 dedito de
perdón.
(Puede ser a lo
ancho o a lo largo, según se necesite; vital para que el bizcocho se pueda
comer en cordialidad y placer, sin el perdón se agriará y no se podrá degustar
en común).
PREPARACIÓN
Mezclarlo todo con salero y añadir un buen chorro de humor
(que lo endulza bastante y deja un muy buen sabor de boca). Espolvorear con
generosidad amor glasé, que le dará una presencia deliciosa y añadir chocolate
puro de ternura. ¡Ah! y adornarlo con unas guindas de sinceridad, color
rojo-pasión.
Hornearlo a fuego lento, para que no se queme y adquiera la
consistencia deseada, así os durará bastante. Quienes lo prueban repiten y se
les queda un regusto de felicidad.
RECOMENDACIÓNES:
Se puede servir
en cualquier momento del día. Siempre es adelgazante. Recomendado especialmente
para los que tienen: tensión alta, gordo colesterol y diabetes disparada o
sufren cualquier otro tipo de patología. ¡Cuánto más grande el bizcocho más
llegará a todo, pues es obligatorio
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