viernes, 24 de mayo de 2013

Al Alandar



Pero no desaparece la brutalidad

Pero la brutalidad no desaparece y aparecen los señores y señoritos dominando a los esclavos y siervos... Y un día aparece Jesús y trae un plan completamente nuevo; un «Reino de Dios» tan distinto que no encaja en la raya de la historia ni en el modo de pensar de la gente. No le comprenden.
- Eso me lo llevas diciendo desde el principio.
  El anuncia la felicidad, pero tan distinta de lo que la gente se creía que se lo cargan.
-- Como nos lo hubiéramos cargado nosotros.
  Igual. Es como si hubiera nacido demasiado pronto.
--Siempre hubiera nacido demasiado pronto. Su enseñanza nos supera.
  Y por eso lo mataron. Pero resucita y sigue presente en todos los hombres. Además su vida, sus palabras se quedan sembradas en un grupo que le sigue. Empiezan algunos a vivir -en común- su vida y su palabra.
- Pero la mayor parte de la gente con la palabra y la obra de Jesús hace mangas y capirotes.
  Y que lo digas. Los hombres seguimos en la raya de la historia inventando medicinas y fusiles, democracias y misiles, amores y violaciones.

- Incluso los que dicen que son «cristianos».
  Incluso los que decimos que somos cristianos en una civilización que llamamos -¡qué ironía!- cristiana.

- Habría que hablar de eso.

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