viernes, 24 de mayo de 2013

Orar



Sí. Vamos con el último capítulo.
Supongo que sí se van a mosquear. Y también los que comercian con la religión.

- Claro que, con lo que dices, la raya que pintaste se queda demasiado corta. Ese hombre nuevo y mundo nuevo van para largo. Todavía tienen que caer muchos muertos en la cuneta, digo yo.
Sí. Por eso, además de luchar y trabajar y meterte en política y en educación y sindicatos y..., además de eso, hace falta algo.

- ¿Qué?
Rezar.

- No basta con rezar.
Claro que no basta, pero es necesario.

- Nos ha salido beato el chaval. ¿Para qué es necesario?
Para experimentar lo que dijimos: que ese reino, ese futuro tan bonito y lejano «ya» está aquí. Para no desviarte del camino ni olvidarte de por qué te metes en líos..., que muchos se desvían: empiezan caminando y acaban sentados en un buen sillón o haciendo la puñeta, con perdón.

- Pero hay muchos otros que luchan y caminan igual y ni rezan ni creen.
De acuerdo. Ni son todos los que están, ni están todos los que son. Yo les admiro y voy a su lado. Pero ahora te estoy hablando de los que decimos que creemos. Además..., existe otro motivo para rezar. El mas importante «porqué».

- ¿Por qué?
Porque sí.

- ¿...?
Quiero decir que creemos en Jesús, Hijo de Dios, de Dios que es amor, ¿no? Y cuando alguien tiene amor, quiere a alguien, ya sea madre, novio, amiga, hermano o lo que sea, le gusta estar con él por eso, porque sí. Gratis sin buscar ninguna utilidad. La fe, el amor y la oración son gracia: gratuitos.

- Lo que me extraña es que en la lista de lo que hace falta para ser cristiano no has puesto «hay que ir a misa», que es algo muy típico.
¿Cómo te lo explicaría yo para que lo entiendas? Vamos a ver: El hombre nuevo que nace del Evangelio es un hombre comunitario.

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